Si bien considero que la competitividad debe ser secundaria en el deporte de formación dadas las carencias que presenta nuestra sociedad en otros aspectos que deberíamos de tratar de reforzar desde el deporte de base, no deja de maravillarme que un tipo que me ha impresionado tanto a lo largo de su carrera como Manu Ginobili haya decidido continuar su viaje NBA hasta más haya de los 42 años y sea el segundo jugador activo cuarentón junto al Vince Carter que seguro sabe lo cerca que estuvo en esos play offs del 2001 que le pillaban demasiado joven para comprender lo difícil que es escalar hasta lo más alto. Mientras, el mundo aguarda expectante la definición de uno de esos traspasos que podrían cambiar el panorama de los siempre interesantes próximos play offs, pero yo prefiero desviar mi mirada a estos señores que se suman a una ilustre lista de super hombres que siguieron dando marcha más haya de lo que parece lógico y saludable, pero eso jamás lo sabremos.
Lo que sabemos es que, si obviamos la prehistoria de la liga, hasta ahora las cuatro más longevas carreras pertenecen a los más grandes de tamaño, supongo que ayudados por la menor necesidad de salto para desarrollar un juego que necesita de menor capacidad de movimiento de estos jugadores, por lo que se hace más meritorio que dos jugadores totales como los de la foto aguanten la marcha con la tralla que se han dado. Los Willis, Parish, Mutombo o Abdul Jabbar vivieron un juego distinto pero marcaron unos hábitos de vida que, a buen seguro, servirán siempre para entender las circunstancias de un deportista de élite.
Prefiero fijarme en esto porqué en el argentino universal veo todo lo contrario de lo acontecido con el pequeño Isaiah Thomas en Boston. El mercantilismo de la liga adquiere a mi entender tintes kafkianos aquí, con todo lo sucedido recientemente en la histórica franquicia céltica mientras nos muestra su cara más inhumana, para que Manu nos reconcilie con la hermosura del compromiso por una institución que un histórico Greg Popovich está convirtiendo en espejo dónde mucho más deberían de mirar el resto. Y si no os vale, fijaros en la lista que completa el resto de cuarentones históricos: Casi nada al aparato
Sigo pensando que la NBA es más un negocio que cualquier otra cosa. Seguro que los que aparecen ahí lo entendieron mucho mejor que yo y creo que cuantas menos estrellas demanden traspasos, mejor; pero está claro que yo no sé nada y el ego humano seguirá haciendo este mundo como es. Love You all ;)
Hace un año me encendía con esa rumoreada salida de Adam Hanga del Baskonia. Hoy, aspiro a no encenderme y simplemente observar las pasiones que levantan los distintos traspasos que siguen animando los veranos de la mayoría de aficionados al baloncesto. Decido tratar de no enervarme porqué, después viene la parte que menos me gusta de mi y porqué entiendo que mucho mejor de mi debe de llegar de esta nueva actitud. Para muchos deportistas de cobro los cambios deseados les deben de ayudar en ese aprendizaje de la vida, por lo que como aficionado me veo en la obligación de respetar la voluntad de otra persona cuando toma una decisión de cambiar de aires y de camiseta, porqué no tengo nada claro que utilizarlos como chivos expiatorios me aporte lo más mínimo.
Sinceramente creo que tenemos que terminar por pensar que los números son solo eso porqué, si no, todas las cifras que se manejan entre tanto teje y maneje se nos van a indigestar. El deportista se convierte en personaje y este en empresa multinacional que maneja las emociones de los más sentidos fans, y la mayoría tenemos claras las máximas éticas vitales, pero con el deporte solo nos acecha la crítica cuando pasan cosas en la casa del vecino. Deberíamos jugar más y disfrutar de lo bello que nos aporten estos atletas de élite porqué las vueltas que seguirán dando las carreras de muchos de ellos nos delatarán tarde o temprano y si bien uno jamás debe tener miedo a equivocarse, pocos de nosotros manejamos la información que nos muestre una realidad de la que yo he percibido mucho de lo que no quería.
Tendríamos que cambiar tanto que apuesto y animo a empezar cada un@ por lo que tengamos más a mano y ojalá así l@s que vienen detrás mejoren el percal. Admiro a Adam Hanga porqué creo que nadie le ha regalado nada y se ha ganado el derecho a decidir en la pista, no solo con su juego, sino con una actitud que para sí quisiéramos muchos mortales de a pié. Puedo entender que otros con comportamientos más grandilocuentes y manejados, conduzcan a más critica por lo que conlleva la propia exposición, pero que me digan a mi quién puede achacar algo así a Hanga. Es el clásico jugador que uno quiere hacer universal y mostrar a propios y extraños porqué jamás te deja mal, y si ha decidido cambiar de aires yo le seguiré admirando mientras no me demuestre lo contrario, porqué espero reservar mi aplauso para aquell@s que considere buen@s y, de momento, Adam lo es, aunque con la vueltas que da todo últimamente vaya Usted a saber. Love You all ;)
En un verano en el que fidedignamente much@s quieren olvidan la crisis que ha machacado el baloncesto y remontar el vuelo con la esperanza de que la propia máxima competición devuelva ingresos que permitan la pervivencia de proyectos excesivos, me veo moralmente obligado a recordar que lo único que sustenta el poderío del pasado es el deporte base, sin el que ni siquiera el patrocinio del fútbol o el mecenazgo interesado podrían alcanzar más allá del humo que nos ahoga. Entiendo lo emocionante que resulta asistir a un evento bien organizado porqué lo he experimentado en distintas ocasiones, si a eso le sumamos la dimensión que parece adquirir todo con cifras monetarias que la mayoría de mortales solo cree que comprende, tenemos el caldo de cultivo ideal para enredarnos en circunloquios infinitos, pero hoy me toca hacer de abogado del diablo para recordar lo fundamental: Sin una base deportiva-participativa sólida el castillo se cae en un abrir y cerrar de ojos.
Con 45 años tengo clarísimo que el deporte para mi debe ser fuente de salud y diversión, descarto cualquier tipo de competición que amenace mi renqueante estabilidad y animo a los que me rodean a hacer lo propio, porqué si vamos sobrados de la misma en nuestros respectivos trabajos de cobro, entiendo que necesitamos compensar por ahí. Cualquier experto en la materia os explicará, mejor que yo, que el deporte de máxima competición es insano y se debe realizar con mucho método y control, por lo que necesito proclamar la necesidad de apoyar cada uno desde nuestro metro cuadrado al deporte de base para que, de verdad, tengamos un futuro mejor. Dentro de muchos de nosotros hay un crítico frustrado que acaba creándose su Pangea particular en forma de lo que se nos antoje, pero quiero recomendaros un baño de realidad que os devuelva a la tierra: Necesitamos reflotar el voluntariado en el deporte como forma de vida.
Todo ha cambiado tanto desde que yo empecé a conocer este deporte que lo único que sé con franqueza es que nadie que ha intentado ayudar merece ser criticado y, hoy por hoy, mis héroes del deporte son los que, teniendo más a mano, me demuestran como se puede realizar el milagro del mantenimiento a flote de cualquier club de base. Todos queremos apuntarnos a la fiesta, pero muchos desconocen el trabajo que hay detrás. Pocas cosas más honestas se pueden regalar a una sociedad plagada de contradiciones que, sin repudiar a las millonarias estrellas de la élite, debería reconocer como verdaderos héroes a todos aquellos que, desde el voluntariado, mantienen vivas las tradiciones y el amor por el deporte de verdad.
Probablemente sería más difícil reclutar deportistas sin el brillo de la alta competición, pero cada vez dudo más del ejemplo que estamos transmitiendo y tengo claro que debemos de tratar de reenfocar con un trabajo de base por y para el pueblo. Soy un flipau y he flipau mucho a lo largo de mi vida, pero si muchas estrellas norteamericanas del baloncesto entienden la importancia de devolver a sus orígenes parte de lo ganado para que el deporte se mantenga como camino a seguir, donde no tenemos esa suerte estamos llamados a apechugar y echar una mano allí dónde podamos, porqué el futuro es nuestro.
Con tanto bombazo veraniego en forma de hilarantes contratos y juegos de salón entre clubes necesitados de dar un paso más para no perder el pulso a un mercado en ebullición, algunos podríamos temer que los agoreros pronósticos de perdida de calidad competitiva por fugas de talentos pudieran precipitarse en nuestra preciada Euroliga, y afectar así a la calidad competitiva de la misma. Pero, olvidaríamos así un pasado en el que infinidad de clubes, cuando no competiciones enteras, han tenido que adaptarse a circunstancias similares para descubrirnos durante la posterior temporada nuevos talentos, junto a la evolución propia de otros jugadores que, al tener mayor protagonismo en los quehaceres del equipo, demuestran hechuras competitivas que la mayoría no intuía.
Es algo tan sencillo y complejo a la vez como la propia evolución de la vida. Si un equipo de la NBA pierde por lesión o traspasos a varios componentes de la plantilla, las estadísticas de otros se inflan para engañar a los que solo se fían de ellas e incluso para dar argumentos a agentes de jugadores que además, en ocasiones, lograrán ese tipo de contrato que hipotecará las aspiraciones de la franquicia que pique. Yo leo estadísticas interesadas del periodismo estadounidense que vive de la NBA, que me provocan la risa. Si elegimos a los típicos que cubren la actualidad de una franquicia cualquiera, sabremos con mucha antelación cuales son los jugadores ofrecidos a la misma, gracias a las loas proferidas al susodicho por nuestro trencilla y así logramos ir atemperando a las huestes de las redes sociales, y hasta parece que ofrecer un contrato de 80 milones a alguien como Robert Covington es lo normal.
Euskadi is different, aunque cada vez menos. Afortunadamente quedan reductos como el Baskonia y su prensa local, con unas ruedas de prensa que extrañaban a David Blatt cuando comentaba con los colegas de prensa madrileños que no comprendía como allí se alargaran tanto las ruedas de prensa, mientras en Gasteiz apenas recibía interpelaciones. Yo creo que esto es porqué el club sabe que cuanto más se hable de algo, más difícil será para ellos conseguirlo al precio adecuado y también porqué la propia prensa sabe que cualquier club que quiera competir en la Euroliga debe de preguntar por todo lo que se ofrezca a lo largo del año. Con lo que siempre se llevarán sorpresas, como la última jugada planteada por el club con la ejecución del derecho de tanteo que ofrece la liga ACB, sobre las ofertas planteadas por el F.C. Barcelona a dos de sus jugadores inscritos en el mismo. Y es que si quieres ser alguien en un mercado pequeño, nada te sobra y estás obligado a llevar las posibilidades que te dan las normas hasta el límite, provocando así cambios en las mismas. No iba a ser siempre todo igual. ¿Verdad?
Falta mucho aún para conocer las plantillas que conformaran los equipos Euroliga de la temporada próxima, pero que nadie dude de que nos seguirá encantando descubrir nuevas figuras como lo fueron Larkin o Voightman, y de que cuantas más plazas de máximo nivel haya, más serán los protagonistas que iremos descubriendo con la propia competición, porqué los medios y métodos de trabajo de los que disponemos hoy permiten producir atletas de una dimensión evolutiva que no deja de sorprenderme. Los aficionados debemos agradecerlo porqué es parte de la clave de nuestro compromiso para con la competición. No sé lo que se nos ofrecerá, pero seguro que mola ;))) Love You All ;)))
Antes de que este mundo que gira nos maree demasiado nos debemos agarrar, en parte, a aquello que creemos conocer para no perder la perspectiva. Cada vez está más claro que el globo de China no se desinfla, y ya varios ilustres veteranos pujantes en Euroliga marchan atraídos por un calendario más acorde a sus maltrechos cuerpos y unos dólares que ayudarán a encarar con mejor temple su próxima juvilación anticipada de los excesos deportivos. Sin duda, va a ser interesante seguir la progresión de una liga auspiciada por estadounidenses que siguen llevándonos la delantera lo suficiente, para considerarse primera potencia mundial. Lo lamentable es el mundo que nos están dejando, con lo que dudo del recorrido que puede tener la liga CBA, mientras no mejore el nivel medio del baloncesto local y no consigan situar a sus estrellas locales entre los mayores reclamos de la competición.
Fuente: www.gigantes.com
El mercadeo actual de sitúa en Las Vegas, donde se disputa una liga de verano NBA en la que los equipos participantes cada vez tienen más que ver con el desarrollo de jugadores vinculados a las propias franquicias inscritas en la competición, y menos huecos dejan para aquellos agentes libres que la eligen como escaparate en edades avanzadas. Son más los medios aportados por las estructuras NBA, y hasta podemos ya apreciar discursos antagónicos entre futuros candidatos al estrellato, cuando el último número uno del drafft pide ser criticado y exigido al máximo, mientras el padre del número dos habla de emparejar a su hijo con Lebron James. Todo el mundo debería de entender que un jugador que no ha competido cinco contra cinto en varios meses necesita adaptarse a un ritmo de competición que siempre se intensifica cuando hay una oficialidad de por medio.
Mientras, en el mundo del aficionado baskonista parece que siempre toca ser paciente, el problema es que esta temporada la banca NBA se ha disparado y la liga del sol naciente mira, cada vez más, a la Euroliga para mejorar su nivel competitivo, con lo que nos queda la obligación de volver a reinvertarnos con nuevos descubrimientos, que se acoplen a un cuerpo técnico que deberá ir a la una para poder aspirar a unos títulos cada vez enfrentados a los otorgados por una FIBA que quería urgar en lo más alto para traer al orden a los insurrectos que desafían el basket mundial, y a los que aspiran a volar solos. Afortunadamente la Euroliga ha seguido los pasos de la NBA, y no permitirá a sus jugadores que compitan en las "ventanas FIBA" que aspiraban a reventar el calendario de la liga que debe tirar del carro de todo el baloncesto europeo, más cuando pierdes a clásicos competidores como Milos Teodosic que se marcha a los Clippers de Rivers, por bastante menos de lo que decíamos por aquí. Y es que un rookie es un rookie tenga 18 o 40 tacos, y los yankis están echando la casa por la ventana por aquello que conocen de primera mano, tontos nos son.
Ya estamos a 1 de Julio. Se abre la veda del mercado de agentes libres de NBA y con ello el escenario mundial de nuestro deporte favorito se va transformando día a día, porqué una pieza que se mueve en las alturas remueve la totalidad de la oferta global. Al revés de lo que ocurriría en un mundo mejor, en el que sería la modificación de las bases la que debería influir a la cúspide. Pero somos meros aficionados y necesitamos disfrutar con ello, por lo que haremos como toda la vida y trataremos de imaginar como funcionarán las distintas nuevas composiciones de plantilla que es, además de lo más sano, lo más divertido.
Fuente: www.slcdunk.com
Soy de los que desde siempre ha sido fan de un equipo por competición que seguía, y es en esta época del año cuando uno le saca más rendimiento a su condición con las ensoñaciones que se producen con tanto corte y confección. Me enseñaba un amigo que las dos primeras horas del día son las más creativas y otro me enseño ayer que no es tan bueno hacer deporte en ayunas, con lo que despertarte hoy y echar un vistazo a los movimientos de ayer te da para horas y horas de puro vicio escapista. Ya sé que no es lo más ético, pero la carne es débil y uno necesita también de esto, más cuando con ello sabes que podrás compartir charlas y coloquios varios aquí y allá con el resto de frikis como tú, que viven estas jornadas elucubrando causas y efectos de tal fiebre veraniega.
Desde que nacemos sabemos que lo que más nos gusta es jugar y como ello veo estas reflexiones colectivas sobre traspasos, cortes y fichajes de jugadores conocidos en mayor y menor medida. De repente tienes a Harden y Paul juntos y comprendes mejor hacía donde se dirige la NBA deportivamente, sabes que hay un reinado absolutista que destronar y observas como el resto de contendientes intentará asaltar la atalaya del rey Midas Curry y sus amigos del equipo de la bahía. Por supuesto que cada vez necesitas más estructuras de equipo polivalentes con jugadores que aporten a ambos lados de la pista, pero si se mantienen sanos será difícil que muchos más logren igualar su ritmo de juego en Playoff. Queda verano y el resto de aspirantes se irá nutriendo de nuevas piezas en busca de esa ansiada "química de equipo" que permita dar con el nivel competitivo deseado por cada cual. Siempre llegarán sorpresas inesperadas, pero todo empieza por hacer los deberes en la época estival.
Espero que las alternativas lleguen desde distintos conceptos de juego que se puedan enfrentar al que hoy parece inalcanzable rival. La moda es pasajera y el tiempo nos dirá hasta dónde llegan estos dominadores de la escena actual. Mientras tanto, disfrutaremos viendo como el resto intenta montar equipos con las mordazas de los límites salariales y las negociaciones de los mismos. Afortunadamente, si alguien necesita ayuda siempre podrá recurrir a los clásicos knickerbockers. Esto acaba de empezar y pinta muy bien :)))
La NBA es la estrella del universo del baloncesto que cada vez brilla más porqué tienen un producto que saben vender con eventos de gran poder de atración. Al margen del juego en sí, nos ofrecen amplias posibilidades de seguimiento y entretenimiento que generan una enorme expectación entre los fans de los distintos equipos. El Draft es uno de ellos y mi favorito, cada temporada incorpora una nueva generación de jóvenes talentos a la liga, al tiempo que reajusta las distintas plantillas de cara a un futuro siempre cambiante y siempre atractivo, dado el interés que genera la adecuación de todos estos nuevos y entrañables agentes, que no puedo evitar ver como la consecuencia de un proceso de preparación de años que cada vez deja menos margen a la improvisación para ofrecer al mundo al "jugador ideal". Toda una red de Acedemy High Schools con el pedigree adecuado, que te colocarán en el mapa si estás dispuesto a trabajar en la búsqueda de tus límites, y una personalidad arrolladora que te permita continuar para salvar las distintas cribas que conducen hasta la posición numero 1 de la promoción de cada año.
Fuente: www.washingtonpost.com
Para mi siempre ha sido el evento más atractivo al margen de la propia competición, resulta imposible comprender la arquitectura de las franquicias sin la importancia que tiene el draft y las posibilidades de intercambios y negociaciones varias que generan. Muchos quisiéramos disponer de la posibilidad de regenerarnos para mejorar y eso mismo es lo que se le ofrece a cada franquicia a través de herramientas como esta. Me quedó clarísimo hace tiempo que tan solo un puñado de elegidos puede incorporarse a la liga en su año rookie e impactar positivamente las aspiraciones de su equipo, pero ver las expectaciones que levantan estos chavales allí donde más necesitados de ello están resulta entrañable. Una dinámica positiva puede ayudar tanto a soñar al aficionado necesitado de alegrías, que una franquicia que no enganchaba con la venta de abonos de temporada desde que su último icono saliera rumbo a Denver allá por el año 2006, ha anunciado ahora que está batiendo sus records de venta históricos. Vivimos de la ilusión por lo bueno que vendrá y el deporte es tan caprichoso que en pocas ocasiones se nos presenta en el mejor momento. Nada como unos años de sequía para que el deseo se desborde y el éxito sepa a gloria.
Ahora vendrán las ligas de verano en las que podremos llevarnos un pequeño sorbo de realidad. Muchos de estos chavales se mezclarán con veteranos en busca de futuros contratos aquí y allá, cuando para ellos se presenta un nuevo escenario para el que creen estar preparados. Afortunadamente la humildad es un atributo que aprecio más en las últimas generaciones, unido esto a la evolución propia de l@s atlet@s nos deberían conducir a un futuro siempre mejor. Brindo por ello y por que no perdamos la inocencia que aún se aprecia en estos chavales y que hasta el gran Michael Jordan conoce tan bien cuando, año tras año, muchos de ellos repiten aquello de "seré mejor que Jordan". De Fultz la respuesta que más intrigó a su actual entrenador Brown allá por el mes de Marzo cuando se encontraron por primera vez, respondiendo a cuales serían sus distintas opciones de juego en un final apretado de partido, fue otra pregunta: "¿ Jugamos en casa o fuera?".
Afortunadamente siempre hay ligas en marcha por el planeta pero, en lo que a mi respecta, doy la temporada 16-17 por finalizada en el seguimiento de las que ultimamente despiertan mi interés. Termina la competición y se inicia, cuando no se prolonga, un tiempo de incertidumbre para la mayoría que tienen por delante la interminable labor de definir equipos e incluso clubes enteros, con todo lo que ello conlleva. Normalmente, la forma de cerrar una temporada debería facilitar esta labor, pero veo a la mayoría tan necesitados que la incertidumbre campará a sus anchas para la clase media y baja del baloncesto; vamos, como la vida misma, pero como no me apetece ser agorero me centraré en los afortunados para ver si se me pega algo.
Mi amigo Josean Saiz me lo decía hace años. Sabía que Pablo terminaría entrenando a Baskonia, pero lo que nosotros no imaginábamos sería que lo hiciera en un momento tan dulce como el actual que vive el club alavés. El fútbol lo puede todo y tenemos a un histórico del baloncesto europeo reciente limpito y coleando, con muchas ganas de dar guerra, para lo que quiere recuperar al alumno aventajado de los tiempos de gloria. Tan bien amueblado veo a Pablo que comprendo a la perfección los tiempos que eligió en su carrera como jugador para acometer sus distintos ciclos y mejorar con ello la persona que tendrá la responsabilidad y el privilegio de liderar al primer equipo baskonista, cuando su predecesor sale habiendo cumplido con los requisitos firmados, demostrando que para seguir aquí se requiere de mucho más.
Será que no hay manera de conseguir la excelencia sin la máxima exigencia. Yo todavía estoy impactado por los Play-off ACB disputados por Valencia Basket, me alegro que un equipo que ha dado su nivel competitivo sea reconocido con un título de liga y me declaro fan de su entrenador Pedro Martínez, que fue de los primeros en conocer las exigencias que recaen sobre el banquillo vitoriano. Pablo conoce el club porqué él ha ayudado a forjarlo y tendrá una plantilla de primer nivel europeo a su cargo, la competitividad está asegurada y si se repite el nivel de Valencia de ayer, habrá que hilar muy fino y, al aficionado de a pie, no se le hará tan repetitivo tanto partido contra los mismos equipos de ayer y de hoy porqué, anda que no se nota nada hasta ahora que paises patrocinan nuestra amada Euroliga.
Allí donde el baloncesto goza de la mejor salud y se viven menos estrecheces nos espera un draft de la NBA que os recomiendo sigáis porqué siempre ha sido uno de mis eventos favoritos. De él quiero decir que me sorprende ver como también ha cambiado la manera de afrontar las entrevistas de equipo por los actuales candidatos a las máximas elecciones, donde ya no vale con decir que eres el mejor, ahora debes demostrarlo y, a menudo, esto se consigue justo al revés porqué la sutileza del éxito llegará con la acumulación de tantos factores extra como toneladas de trabajo deberán desarrollar los privilegiados que lo obtengan. Que le pregunten si no a Kevin Durant.
La mayoría de equipos se encuentran sumidos hoy en esa fase del año en la que hay que definir plantillas y objetivos para la temporada venidera cuando, dependiendo de la solvencia de cada cual, solo haya que concretar todo lo tanteado o tocará reinventarse sin garantía alguna pero, a buen seguro, con similar ilusión. A los aficionados nos gusta esta época porqué nos permite construir un imaginario propio dónde las piezas encajan al antojo de cada cual, hemos podido compartir emociones y entrar en discusiones sobra la calidad de los distintos jugadores que conforman el mercado y nos hallamos espectantes para comprobar las idoneidades de nuestras apuestas; pero, como últimamente estoy tan raro, a mi lo que me emociona cada vez más son las renovaciones que permiten consolidar proyectos en su búsqueda de un máximo nivel competitivo y la fundamental, a mi entender, conexión con los aficionados y gentes varias de la ciudad que los acoge, mientras el público general identifica a los distintos equipos de baloncesto. Porqué si el baloncesto ACB lo tiene cada vez más complicado, toda recuperación pasa por giros como este que permitirían ponérselo más fácil a todos aquellos potenciales seguidores no especialistas que son, en definitiva, los que mantienen el chiringuito, junto al dinero público y futbolero.
Fuente: www.malagahoy.es
Siempre habrá casos como el de GBC de esta temporada que logra triunfar con un equipo nuevo pensado para el presente más perentorio, pero el éxito más habitual se sitúa en sus antípodas, con proyectos asentados en varias temporadas de trabajo colectivo, donde los esfuerzos se centran en mantener lo bueno que hay y retocar lo mínimo posible. Todos los aficionados recordamos distintos equipos de éxito gracias a la permanencia de sus integrantes durante largos periodos, por supuesto que hoy poco tiene que ver y hasta uno lee declaraciones de Adam Hanga a Solobasket en las que define la química de equipo como la mayor diferencia de su equipo durante las dos últimas temporadas. Todo cuenta y el factor que nos indica este jugador ha de resultar clave, pero me parece que lo extraordinario fue que se produjera tan buena sintonía entre los integrantes de la plantilla de la temporada 15/16, cuando lo normal es que se necesite más tiempo, mientras no haya varios individuos que se empeñen en hacer magia con ello pero: ¿Quién es el gurú que conoce la combinación de personas que propicien este estado?
Ahora ya tenemos hasta padres que quieren convertirse en protagonistas de la historia y un tal LaVar Ball prevé a sus tres hijos triunfando en los Lakers antes de que ninguno de ellos debute en la NBA. Será interesante ver como afecta esto a su primogénito durante su entrada en la liga durante la temporada venidera porqué, con lo que imagina uno, le resulta imposible prever como afectará esta circunstancia a la química del equipo al que llegue, al margen del circo mediatico que generará allí donde vaya. Como siempre "business is business". Por desgracia, no tardarán en salirle imitadores porqué parece que no solo los niños son esponjas.
Estoy hecho un lío porqué todo lo que antaño interpretaba de un modo, actualmente se me muestra de forma tan distinta que me resulta difícil comprender porqué lo veía de aquel modo. Ya he explicado en entradas anteriores que cuando más NBA he consumido ha sido por buscar un mundo diferente, que por el hecho de serlo me resultaba sumamente atractivo pero, cuando intentas reinterpretarlo todo desde el inicio dada la influencia que ejercen sobre ti tus hijos, la lectura difiere tanto que no sabes si será porqué preferías el juego del pasado o simplemente, porqué necesitas de un futuro mejor. Algo así me ocurre cuando reviso el primer partido de las actuales finales de la liga más opulenta del planeta con mi máxima intención de disfrute, rendido ya al 100% al reconocimiento de la figura de Lebron James y lo que representa, pero vuelvo a chocar con la realidad que tanto y tanto engancha a la mayoría: Llevar la exposición de los atletas al máximo, permitiendo un nivel de contacto defensivo ilegal incluso para ellos. No nos vale tener figuras, parece que necesitamos ver como se zurran mientras demuestran que están por encima del bien y del mal y hasta ponen buena cara a la cámaras.
Fuente: www.basket4us.com
Comprendo ese arbitraje como lo he comprendido siempre. En una sociedad desarrollada con unos gustos por deportes de equipo con alto nivel de agresividad colectiva en todo aquel que pretenda triunfar, y siendo el Football americano el que más negocio atrae, no puedes vender el remilgado basket FIBA porque esto lo inventamos nosotros y ya sabemos para qué. Sé que me chocó porqué venía de ver los partidos de semifinal de la liga ACB con anterioridad, y me recordó el peaje que todo jugador estadounidense ha de pagar en forma de faltas incomprendidas hasta que, entre sus entrenadores y compañeros, le convencen de que juega a lo mismo, pero con niveles de interpretación arbitral antagónicos. Cada vez necesitamos atletas más rocosos y nos resulta extraño que jugadores que destacan en la NBA sufran para ajustarse a las competiciones FIBA que disputan con sus selecciones, cuando cada vez estamos más lejos.
Para mi lo peor de todo esto es la influencia que está teniendo en el juego en sí. Cada vez resulta más estúpido exponerse intentando crear juego interior y resulta excesivamente cínico criticar el volumen de tiros exteriores que se producen cuando, si eliminamos los lanzamientos contabilizados tras contraataques, el equilibrio de juego interior y exterior ya ha desaparecido para imponerse el único que hace viable, de momento, el mantenimiento saludable de los participantes en le juego. Los jugadores interiores que se eligen ya se valoran más por los bloqueos que realizan o la intimidación que ejercen y tengo claro como va a evolucionar Joel Embiid o cualquier otro futuro jugador interior con potencial de peso ofensivo contundente, si quiere tener una larga carrera por allí. Tenemos la tecnología que permitiría arbitrajes perfectos pero no la aplicamos porqué sabemos que con ello acabaríamos con la polémica que tanto vende y de la que tanto necesito huir.
Al que escribe le resulta evidente que el factor de mayor importancia en la vida y, consecuentemente, en el deporte es el mental. Podemos prepararnos tanto como nos de la gana para un evento, rodearnos de tant@s como deseemos e incluso sabernos poseedores de un control de nuestra mente inhumano, que llegará el momento y se formará una psique colectiva en los partidos de equipos que ejercerá una influencia en el mismo que, afortunadamente, creo que sigue sin ser totalmente controlada por las personas, y mantiene mi interés por el deporte del baloncesto.
Fuente: www.palenciabasket.com
Cada individuo es único e indivisible. En los equipos de la mal llamada "élite" del baloncesto actual hay jugador@s de muy diverso tipo, pero cuando juntas a un equipo en un playoff de eliminatoria al mejor de tres, con itinerancia de cancha en los partidos a disputar, nada me parece más lógico que lo acontecido en los partidos de los cuartos de final por el título de la liga ACB, en los que siempre ha ganado el equipo local. Y es que estamos llegando a unos niveles de preparación física y técnica que nos lleva a una igualdad competitiva real, en la que resultan cada vez más importante las reacciones emocionales de l@s jugador@s, y dado el nivel de exigencia que tiene el deporte de la canasta de ese tipo, habrá que ver ahora quién tiene más ganas de cogerse unas vacaciones, y quién se siente más unido a un proyecto que ha influido en su futuro deportivo tanto como ha destacado su participación pretérita en el mismo.
Yo creo que tod@s esperan llegar e esta época del año en la que se juegan los partidos importantes de verdad en estado óptimo, porqué saben que nadie regalará nada, cuando son conscientes de que reciben más atención por parte del negocio. Siempre será difícil ganar en casa y viajar a cancha ajena cuando sabes que tendrás una nueva oportunidad al cobijo de tu público y en esa pista que conoces ya de memoria, en la que has aprendido a reforzarte animicamente tal y como has elegido. Porqué todo cuenta y nada sobra. Por eso, año tras año, esa prensa comprada que tanto aborrezco, se dedica a publicar rumores de futuros cambios de camiseta de participantes clave de la competición que, a mis ojos, resultan tan tristes como cualquier lesión que se produzca durante el desarrollo de la competición.
Porqué será que en España pasa esto siempre y que nadie sea capaz de entender que tanta polémica chanchullera es la que condujo a alguien como yo a preferir competiciones ajenas como la NBA, por el mero hecho de estar saturado de la mismas, igual que me aleja del fútbol tanta presión mediatica que se ejerce sobre el mismo sin atender a las bases del deporte. Me decían ayer que había padres y madres preocupados por la excesiva agresividad que veían entre jugadoras y progenitor@s de las mismas durante partidos de fútbol, en comparación a lo que apreciaban en los partidos de baloncesto de su hijo y yo lo tengo claro, nada tiene que ver el deporte en sí, sino la sociedad que lo desarrolla. En el baloncesto somos menos y podemos montárnoslo mejor, aprovechemoslo y sigamos siendo los rar@s para intentar hacer un mundo mejor.
Pasan los años, las temporadas, y en este torbellino cambiante que es el mundo moderno aún hay infinitas cosas que perduran porqué fueron ideadas para el éxito seguro. En lo que respecta al baloncesto europeo de clubes, desde que la igualdad se instalo entre un puñado de equipos capaces de llegar a lo más alto, y los títulos se deciden en torneos finales a partido único, gana el que lleva la defensa más al límite. Para el recuerdo quedarán las estrellas de los equipos ganadores que fueron capaces de tomar responsabilidades en ataque, con éxito, cuando más quemaba la bola, pero nada de esto hubiera sido posible sin cumplirse la premisa que indicaba con anterioridad. Algunos (los perdedores) opinarán que esas defensa exceden los límites de la legalidad, y otros (los vencedores) se vanagloriaran de su excelencia; y, si queremos entender lo que pasa, debemos haber arbitrado nosotros antes, porqué si resulta muy fácil pitar cuando hay poco contacto: ¿Que ocurre cuando el contacto es continuo y de alta intensidad?
Fuente: www.elmundo.es
Hoy en día los equipos más poderosos del baloncesto europeo disfrutan de plantillas extensas con atletas de élite capaces de imponer unas ejecuciones de juego excelsas a ritmos muy altos, pero es verdaderamente diferencial cuando lo hacen en facetas defensivas en partidos a vida o muerte, como los vividos ayer en Final Four de la Euroliga en Estambul. Prepara lo que quieras, que cuando un equipo de Obradovic muerde como él lo exige, tan solo te puede salvar la excelencia y liderazgo de líderes superlativos o seres que se sientan tan especiales que puedan abstraerse cuando la tensión es máxima en su entorno. Ayer hasta mitos como Teodosic mordieron el polvo ante el empuje multiplicado de un equipo que lo suele practicar con asiduidad a lo lago de la temporada. Todos los que seguimos la Euroliga sabemos de la que es capaz de liar Olympiacos desde atrás, pero cuando es capaz de ejecutar su máxima expresión como en la segunda parte de ayer, hasta la genialidad del eterno Spaniulis queda relativizada en mi interior. Supongo que tanto y tanto partido extremo ante su rival local les prepara para ello, pero no miento cuando digo que si encuentro una camiseta que ejerce un efecto transformador en el que la viste, esa es la roja y blanca del equipo del pireo. Preguntadle sino a Papanicolau.
Después, te levantas de la cama, ves a los Cleveland Cavaliers de Lebron James llevar la ejecución del juego hasta un límite en el que se quedan sin parangón y comprendes que sí, que aquello es diferente y tremendamente espectacular a un tiempo, y es que cada cual es como es y así debería de seguir siendo, pero no olvideis lo que decía el bueno de Romay hace un par de días en mi pueblo: Los clubes de base, como BKL son la razón de ser del baloncesto. Formar personas. A mi todavía me tienen que formar un rato, pero intentaré aportar en el futuro todo lo que pueda a un club como el de mi pueblo, que ayer celebraba la gala de su 50 aniversario como homenaje de tantos y más que lo han hecho posible. Debemos esforzarnos en que sean otros tantos, con la esperanza de que el baloncesto, mientras, se unifique.
Resulta tan abrumador el dominio del fútbol en el plano económico y social con respecto al resto de deportes, en la mayoría de países, que a estas alturas a nadie debería de extrañar lo que yo sospecho desde hace mucho tiempo que ocurre con el baloncesto europeo: Somos la avanzadilla experimental de los súper poderosos clubes de fútbol que ya dominan la Euroliga.
Afirmo esto con tanta rotundidad tras el triste episodio acontecido esta semana en la reunión de clubes de la liga ACB, en la que los cuatro clubes Euroliga se enfrentaron al resto, porqué resulta evidente que defienden intereses opuestos. Si se cumpliera la amenaza de excisión que se publicaba en prensa como proveniente del cuarteto de clubes euroliga, tendríamos adelantado el futuro que tantos visualizábamos con una Euroliga poderosa que ensombrecería el futuro del resto de ligas menores, al fagocitar la mayoría de recursos destinados al negocio de la canasta, al margen del que tienen montado las federaciones nacionales; y como cambiar y mangonear el baloncesto es infinitamente más sencillo que hacerlo con el consolidado "stablishment" del fútbol, no tienes más que hacerlo para tener la experiencia previa que te permita hacerlo si fuera menester.
Fuente: madridadas.com
Pese a lo nos pese, la manida rivalidad entre Real Madrid y F.C. Barcelona ha sido la que mayor seguimiento ha tenido históricamente en el mundo de la canasta. Todos sabemos a que deporte se debe tal circunstancia, y si la Euroliga sigue creciendo durante las próximas temporadas, no tardarán en reproducirse las reflexiones que recomendarán, como ya lo vienen haciendo, un futuro similar para el deporte rey. Pero el fútbol es tan importante para los distintos gobiernos de los estados europeos, que ninguno de ellos querrá perder a sus joyas de la corona nacionales, por un bien común particular y europeista con el que tanto se llenan la boca de glorias democratizantes. Por lo que, quedamos montando la gresca por unos objetivos que tan solo demuestran el quasi nulo poder que tenemos.
Tengo tan claro que España jamás dejará que el Real Madrid de fútbol no juegue en su competición doméstica, que me queda complejo de títere con la que estamos montando nosotros, cuando los clubes quieren la Euroliga y sus aficionados se quejan de la manipulación de los estamentos arbitrales de la misma. Sabemos que queremos más y mejor pero no tenemos idea de como lograrlo. No estaría de más empezar por conseguir consensos en vez de divisiones, apoyos en vez de críticas desaforadas y, ante todo, ser muy conscientes de dónde estamos ahora, porqué sin ello será imposible que hagamos camino. Unicaja amolda su discurso a su realidad cambiante hoy, como lo harán otros mañana y si las aportaciones económicas de la Euroliga siguen creciendo puede que hasta la ACB se convierta en otra liga a la medida de los poderosos, con el nombre que sea. Como la vida misma.
Ahora que vivimos tiempos de inquietud, por la amenaza que algun@s sienten proveniente de la incisiva robotización de los procesos productivos industriales, yo no puedo evitar sentir que se da un proceso similar con el juego del baloncesto en sus máximos niveles, cuando lo observo y analizo, pese a que soy consciente de que la magia de las personas no permitirá que esto sea así. Espero no ser un iluso, porqué me da que el conocimiento del juego está llevando a que todo lo que interviene en el desarrollo de un partido de baloncesto se intenta controlar de tal modo, que cada vez se deja menos espacio para la improvisación y esta está tan cara que queda vetada para much@s jugador@s.
Fuente: www.istockphoto.com
Al principio de las temporadas, con tanto cambio de entrenador@ y jugador@s, la libre interpretación nos muestra otra cara del juego, pero entonces much@s dicen que esos equipos están sin pulir y necesitan el tiempo que nos traerá a l@s mejores por estas fechas en las que estamos, en las que podemos observar el fenómeno del que os escribo. Vasta con observar la actitud de los veteranos líderes de los equipos NBA en pista, corrigiendo los errores de interpretación de compañeros, reposicionando, dirigiendo, en definitiva cuenta, a teóricos compañeros que quedarán fuera, si no cumplen con una encomienda para la que han sido elegidos, porqué en ellos han visto características que se cumplen para tales propósitos.
No quiero criticar, quiero llamar la atención sobre ello, porqué no me parece tan distinto el juego que se desarrolla a ambos lados del Atlántico, cuando los entrenadores son compartidos y ya se han aplicado en todos los equipos aquellas metodologías de éxito reconocidas. Disfruto y disfrutaré del baloncesto tanto como pueda, pero seguiré deseando que los partidos me sorprendan y planteen novedades que no provengan de las interpretaciones arbitrales al uso, que parecen ser las que más juego dan a la hora de que nos explayemos sobre los hechos acontecidos sobre la cancha.
Recuerdo las declaraciones del pobre Lamar Odom ironizando con el libro de jugadas de Sergio Scariolo, que este le entrega en su llegada a Vitoria-Gasteiz, con el fin de que se vaya familiarizando con su realidad. Algo así es a lo que se enfrenta cualquiera que llega a estas alturas a un equipo nuevo, para apuntalar un proyecto en el que encontrará similares interpretaciones del juego que ha venido practicando a lo largo de su carrera, pero con distintos protagonistas y circunstancias paralelas vitales, que complicarán al máximo su adaptación. Bendita complicación esa, en la que encuentro la subjetividad de las personas que me hace seguir queriendo disfrutar hoy de más partidos, al margen de la incertidumbre por el marcador final que tanto nos atrae y ciega.
Uno es cada vez más fan del deporte base y menos del de cobro, por lo que percibe de uno y de otro. Creo que las nuevas generaciones que practican el baloncesto son infinitamente mejores que lo que era la nuestra, en cuanto a su comportamiento en cancha y debemos incidir en la responsabilidad que tenemos l@s familiares que asistimos como espectadores para seguir un camino que nos depare un futuro mejor. Porqué, al otro lado de la balanza, no tengo tan claro que el nuevo convenio salarial de la NBA lo sea, leyendo lo que puede pasar este verano con los nuevos contratos que empiecen a firmarse con las bases de un convenio que va a incidir en las cada vez más lamentables diferencias de este planeta, y mira que uno sabe de lo importante que resulta diferenciar hechos, tareas y cualquier vivencia que queramos analizar con una mínima coherencia, pero ver que al fin, en la cúspide del universo baloncestísta, se busque algo tan distinto a lo que buscamos en las bases, me resulta difícil de digerir. Ayer me decían viendo una exhibición de artes marciales que habían abandonado su práctica por la robotización que sentían con su practica. Sé que en el baloncesto eso es más complicado pero, por favor: No sigamos intentandolo poniendo como fin el pelotazo a la banca que van a pegar muchos este verano al otro lado del charco menguante que nos separa de l@s dueñ@s del mudo.
Fuente: www.usatoday.com
Ya os habréis dado cuenta que soy poco indicado par dar consejos según los principios imperantes en este mundo atroz, pero es que creo que este planeta que idolatra al multimillonario que llega desde abajo gracias a sus habilidades deportivas, pero odia al que lleva ahí instalado desde antaño por otro tipo de habilidades, tiene un grabe problema de autoestima y reconocimiento de un@ mism@. Tengo claro que terminar pagando 40 millones por temporada por un jugador, de los que selecciona el nuevo convenio como valedores de dichas sumas, va a suponer más tensiones dentro de su mismo colectivo de atletas y satélites varios que se dedican a negociar este tipo de acuerdos. Porqué, si dentro de sus propias reglas, nadie podía discutir retribuciones y emonumentos varios recibidos por empresas privadas que explotaban un producto que vendía por si mismo, más que la propia marca que la hizo crecer antaño hasta niveles insospechables, ahora hay mucho protagonista que es humano pero no sé si lo sabe, que va a querer chupar.Y no me refiero a gente como Stephen Jackson que no engañaban a tod@s, y que siguen sin hacerlo, porque sabemos que el escandalo de los jugadores drogados jugando que quiere vender hoy, es simplemente imposible. Como sabemos que los peores suelen ser, generalmente, los que menos parecen.
El juego en sí cambia, pero no tanto como lo hace este mundo en el que vivimos. Cada vez los jugador@s se alejan más del aro para propiciar el suficiente espacio que permita explotar la capacidad atlética de l@s que lo practican. Genial. Ojalá los jugadores de la NBA que se convierten en empresas entiendan también que son personas y haya manera de controlar unos egos con ingresos de dioses por parte de la propia liga que los acoja. Seguiremos esforzándonos en ver solo baloncesto. Ojalá podamos :)
Parece que en esta sociedad del individualismo atroz no nos sirve con enfatizar a dicho individuo, y en el universo del baloncesto necesitamos vender cada competición como única e inimitable. En una semana en la que he visto muchos partidos de los Play-Off NBA, y los del Baskonia del Play-Off de Euroliga, me ha quedado claro cual es la razón fundamental para que ambas competiciones no se puedan comparar: Los criterios de aplicación de las normas de arbitraje.
Fuente: apuestasbaloncesto.com.es
Creo que he dejado claro en entradas anteriores que no voy a criticar arbitrajes el resto de mi vida, pero hay algo que está muy por encima de los colegiados de cobro que encaran cada partido de alta competición con excesivo protagonismo, cuando al espectador neutral no le queda manera de comparar criterios de arbitraje entre un partido de la máxima competición americana y europea, si no demuestra un poder de evasión supranatural antes, y pasa de todo lo que le chirría, para su felicidad. No sé como se consigue eso sin echar mano de la química tradicional, supongo que es porqué directamente soy un capullo con demasiado que aprender y poco que enseñar; pero, baloncesto he visto mucho, y a mi no me engañan más: Quieren vender un producto diferente, con valores distintos sobre la aplicación de las normas en la pista ,y el resultado es algo así como que si juegas en la NBA debes de estar dispuesto a que solo se considere faltas x criterios, y si lo haces en la Euroliga esta temporada, debes de aceptar que es falta x por 100, porqué la temporada pasada, sin ir más lejos, el arbitraje Euroliga parecía querer imitar al americano, pero está claro que, ahora que hemos montado nuestro chiringuito propio, con la selección previa de los equipos que más venden, vamos a dar un volantazo y nos vamos a diferenciar de la NBA tanto como podamos, por mucho que los modos de entrenamiento y desarrollo de partidos sean conducidos por entrenadores que comparten información y métodos, para desarollar una profesión global.
No sé como acabará el desarrollo de la liga profesional china, pero me postulo para tratar de que el/la chin@ que se introduzca en estos tiempos en el seguimiento de la NBA y la Euroliga no nos mande a la porra, ahora que queda tan claro que los norteamericanos saben producir y vender esto del basket mucho mejor que nosotros, porqué pese a que creamos que les podemos enseñar algo en este deporte que inventaron ellos, jamás será por la aplicación de los criterios arbitrales. Desengañemonos, son maestros en dirigir y distribuir la película del partido: Hay buenos y malos, pero cuando saltan a la pista deben de hacerlo con todo, para contentar al espectador, que es el que mantiene encendida la llama. ¿Queremos jugar sin esponermos? No nos movamos de nuestras butacas. ¿Queremos jugar para vivir? Hagamoslo de manera desinteresada porqué para ser tan buen@s chic@s como los protagonistas de las ligas que comento hoy, hay que estar muy bien aleccionado desde mucho tiempo atrás.
Ánimo para tod@s aquellos amateurs que sigan dándonos lecciones de profesionalidad en el mundo del baloncesto. Sois l@s verdader@s héroes y heroínas de esto. Lo otro, no deja de ser un sueño. El que hemos creado para flipe colectivo que nos abstraiga de una realidad enferma que pide a gritos cambios por todos sus poros. Esperemos que l@s que vienen por detrás nos den una lección maestra y consigan dar con la tecla de la unidad de criterios. Hoy por hoy, la NBA y la Euroliga están demasiado lejos para que se puedan valorar con equidad.
Soy de los que, desde que comenzó a seguir temporadas completas de NBA, distinguía dos competiciones perfectamente distintas la una de la otra; cuando, al finalizar la fase regular, se transformaba en la competición que realmente me cautivaba, como sospecho lo hacía para el grueso del público estadounidense, y mostraba su cara más extrema, dónde ya nada se debía guardar y el ganador llegaría por méritos propios y la gracia divina concedidas por la milagrosa ausencia de fatalidades varias, o gracias a ellas. Porqué es tal la dureza que yo observaba en aquellos partidos, en los que siempre se deja un poco más, que ahora sé lo azaroso que resulta pronostico alguno, para la proclamación del campeón de esta temporada 16-17. Ninguno de los protagonistas que los están disputando quiere perder y van a darlo todo para avanzar en un sueño en el que se saben el centro del universo baloncestístico.
Fuente: Sopitas.com
Los playoffs de la NBA son la culminación de un proceso de crecimiento de unos equipos que lo miden todo para llegar a este momento de la temporada en su mejor estado, algunos lo consiguen y dan un rendimiento muy superior a la media de la temporada para protagonizar sorpresas que alegran a los que queremos que todo cambie, y otros (los consolidados) mantienen y modelan su eficiencia para demostrarnos la importancia del tiempo en la consecución del éxito sereno. Si es tan habitual que nos decepcionen partidos de la temporada regular, aquí ocurre todo lo contrario y es realmente complicado sentirse defraudado con cualquiera de sus encuentros cuando los vemos encuadrados en la totalidad de cada serie, porqué si elegimos cualquier cruce para su análisis exhaustivo, veremos infinidad de matices que se darán únicamente allí, y ahora que se busca tanto el jugador prototipo que todo lo abarca, incluso más. Porqué me resulta evidente que, si hacia algún lugar se dirige la más popular competición del baloncesto mundial, es allí donde tenga el máximo número de jugadores comodín que sean capaces de defender en el máximo de posiciones posibles, sin que se resienta la estructura defensiva colectiva. Para el ataque se necesita talento y allí lo tienen a raudales, por lo que incluso equipos que jueguen feo podrán producir sin necesidad de desplegar el juego colectivo brillante de otros.
A los profanos os recomiendo que veáis a Milwaukee Bucks para entender lo del jugador total de última generación: Es de nacionalidad griega y se llama Giannis Antetokounmpo. Si a mi me dicen hace unos años que lo que él hace se puede hacer y repetir, simplemente no me lo creería. Está el lío ese de los pasos que nos chirrían a los europeos, pero verlo en los Playoffs de la NBA es simplemente alucinante. En el otro extremo me gustaría destacaros el ejemplo contrario, que protagonizó un veterano escolta de lujo como Joe Jhonson, que a sus 35 años mantiene una clase que le permitió erigirse en héroe ofensivo, mientras defendía durante largos periodos a toda una supuesta potencia interior como Blake Griffin, tras perder su equipo en el primer minuto por lesión a Rudy Gobert, pívot titular y estrella defensiva de la liga; y guiar a la combativa franquicia de los Utah Jazz hacia una victoria a domicilio en el reluciente Staples Center de Los Angeles ante unos Clippers de moda, que me molaban muchísimo más cuando eran ese equipo maldito al que nadie quería ir. En resumen, que la pasión de la vida se ve reflejada en estos playoffs y que nunca querríamos que fatalidades como el fallecimiento de la hermana de Isaiah Thomas en vísperas del debut de sus Boston Celtics se produjeran, pero sabemos lo atractivo que resulta para mucho público, porqué sabemos demasiado de lo malo de las personas. Busquemos ahora lo bueno y tratemos entre todos de disfrutar un poco de esta loca vida. Los NBA Playoofs pueden ayudarnos a soñar. Love You all ;)
Me resulta imposible escribir de otra cosa aquí, que no sea de una persona que ha marcado definitivamente mi experiencia para con el baloncesto, en una semana en la que ha anunciado su retirada como jugador de cobro el gran Andrés Nocioni. Me he hecho mayor, siguiendo su trayectoria, desde que llegó a Baskonia siendo un chaval que llegaba desde Argentina junto a otros, para revolucionar un club que creció exponencialmente con ellos, hasta niveles a los que solo se aspira estando condenadamente decidido a romper los moldes del pasado, e impregnar de personalidad la terca realidad de lo preestablecido. Solo con "locos" maravilloso como el "chapulín colorado" entenderemos la realidad del baloncesto de élite.
Fuente: marca.com
A buen seguro, las vueltas que ha dado este chico por el mundo, gracias a su talento en el juego del baloncesto, le han ayudado a forjar su carácter pétreo y sutil, porqué si hay alguien que desde una cancha me ha transmitido la dualidad de la vida, ese es él. Es en su última etapa, al volver a Europa tras declararse deseoso de recuperar sensaciones perdidas, cuando emerge su figura más atractiva para mi. Atrás quedaba la tenacidad del joven, que logra engancharse a un puesto en el equipo europeo más incipiente, cuando la competencia ejercida en él solo dejaba huecos para los que demostraban una capacidad de adaptación a elementos límite, exigidos por un entrenador joven con plenos poderes que había aprendido de la rigurosa escuela balcánica, para lanzar proclamas cinematográficas como "el dolor no existe" que dan una buena imagen de lo que fueron esos años del "duskismo" en Vitoria-Gasteiz. Su etapa NBA nos llegaba en años felizmente superados, en los que valoravamos mucho del talento FIBA por su capacidad para competir en la liga más poderosa. Cuando llegó a una franquicia puntera con un inexperto entrenador, que vio en él la figura que representaba la dureza del que no es el mejor en nada pero todo lo quiere, y ser engullido después por el infame mercadeo que te conduce a ser una figura mediatica mundial del deporte que, paralelamente, te deja con mínimos poderes sobre el desarrollo de tu carrera, para convertirte en ese ejemplar "profesional" que cumple para cobrar. Como tantos y tantos. El sabio "se dejaba llevar" de otro Andrés maravilloso.
Liberado de la rutina anodina, nuestro protagonista decide volver a dónde más se formó como jugador de élite, para llegar a la etapa que más me ha impactado, porqué coincide con la época en la que quiero explicar el baloncesto a mi hijo mayor, y encuentro su juego como el más auténtico. Y nos alegramos, sufrimos, nos cabreamos y hasta reímos con él. Está en el mismo club, pero resulta ser la evidencia más clarividente del cambio continuo de las cosas, no hay partido en el que no compita con todo lo que tiene a mano, viviendo la vida en su plenituz, sabiéndose protagonista de su entorno, para lo bueno y lo malo. Llega con Baskonia a donde lo permiten las circunstancias, y logra que hasta el baskonismo acepte que oiga la llamada de Pablo Laso para unirse al proyecto que, por fin, le ayudará a ganar la euroliga que antes le fue negada, siendo proclamado MVP de las finales, para certificar que se reconoce su figura, por si había alguna duda.
Esta semana ha dicho que lo deja. Seguramente en eso consista hacerse mayor. Dejamos unos cosas, para centrarnos más en otras, aquellas que valoramos tras nuestras experiencias. Andrés ha llevado una carrera que lo ha ayudado ha mejorar y ha sentirse orgulloso de sus actos, con la conciencia tranquila y eso, en los tiempos que corren, es todo un tesoro. Eskerrik asko Andrés, algo tuyo nos ha quedado a todos l@s que te admiramos.
No se vosotr@s, pero yo meto la pata con mucha frecuencia. Tengo la suerte de estar maravillosamente acompañado por personas sin las que estaría cerca de perder el crédito, y a cuenta de una de esas meteduras de pata llevo un tiempo sin poder jugar al baloncesto en grupo y consiguientemente, individualmente; porqué uno pierde el aliciente de prepararse por su cuenta cuando no vislumbra un futuro de encuentros colectivos. Mi error fue no ser consciente de que a nuestras edades tienes que aceptar a tus compañeros tal y como son, sin pretender cambiarles un ápice porqué ya es difícil encontrar jugadores cerca que superen la cuarentena con ganas de seguir jugando mientras el cuerpo aguante, y uno no es nadie para considerarse moralmente mejor.
Tuve un sueño y lo quise llevar demasiado lejos, fui excesivamente pretencioso porqué soñaba con una segunda juventud sin los errores del pasado. Algo así como vivir una segunda vida sin haber muerto. Como amo el baloncesto con todo mi ser, pensé en ayudarme de él para lograrlo y como tuve demasiada prisa, pretendí contagiar de una doctrina de comportamiento a todo aquel que se pusiera a tiro, cuando la realidad es tan perentoria que poco más que el ánimo requiere para sumar adeptos a la causa, sin que pare la maquinaria. No es que vaya a aplaudir a un agresor, ni defender a un violento, pero debo aplacar una sensibilidad extrema que tanto me ha perjudicado a lo largo de la vida, porqué si nada es blanco o negro a mi entender: ¿porqué diantres soy tan puntilloso?
Así que ahora me hayo volviendo a ese running que tanto odié hace bien poco, por pura necesidad de mantener un estado de forma que me permitiera en un hipotético futuro volver a jugar a lo que me gusta y dejarme de patear calles archiconocidas, cuando he provado recientemente las vendiciones de lo que en realidad me gusta. No pretendo decir a nadie que deje de correr, pero admito que yo me divierto infinitamente más jugando al baloncesto y debería haberme medido como requerían las bisoñas circunstancias.
Jamás deberíamos dejar de pedir perdón. Yo ahora lo hago de manera egoistamente interesada, pero que queréis que os diga: No nos queda tanto y minuto perdido va a la basura directamente, así que amigos basketboleros: sed vosotros mismos en la pista, que yo solo quiero jugar y soy tan malo o bueno como l@s demás. Que el destino nos guíe haciendo un futuro en marcha, sin tanto error fuera de las pistas y errando tanto como nos de la gana dentro de ellas.
Lo de las trilogías estaba bien pero, en mi opinión, todos debemos de utilizar nuestro ocio sin que este se vuelva en nuestra contra y supongo que, como a tod@s l@s que os ponéis frente a la hoja en blanco con mayor o menor frecuencia, a mi también me llega la hora de quitarme presión y desarrollar estos ejercicios de escritura con la periodicidad que me permitan mis circunstancias. Así que, en adelante, realizaré mis entradas según me vengan, sin presión alguna de actividad de las mismas. De este modo, hoy me parece importante reseñar la gesta lograda por el Baskonia al clasificarse para los playoffs de la Euroliga, cuando esta ha adquirido un nivel de exigencia que ha dejado en la cuneta a rivales de una entidad superlativa, y después de sufrir una derrota que parece haber desinflado el ánimo de algun@s, al tiempo que ha desorientado su percepción de la realidad. Nada más normal, en los tiempos que corren :)
Si al principio de la temporada nos abrumaban datos que nos llegan de todo el planeta, indicando subidas salariales tanto en USA, como en China, y sabíamos que en Europa no había consenso a la hora de promocionar un deporte tan atractivo como el nuestro, nos resultaba difícil evitar temores de futuro, con lo que nos veíamos obligados a dar tiempo al tiempo y disfrutar mientras, con el desarrollo de una nueva competición que trataba de afianzar, con sus cambios, un posicionamiento global privilegiado a ojos, no solo de aficionad@s, si no de manera más concluyente, entre los propios jugadores de cobro que no dudan a la hora de calificar su nivel competitivo y organizativo como de máxima calidad.
La historia es fundamental a la hora de valorar distintas competiciones deportivas, por el poso de inmortalidad del que impregnan a las mismas. Jamás hubiera podido la NBA vender tan exitosamente su producto de manera global, con una competición carente de esta magia que le dan las historias acontecidas en el pasado, que se desprende de la misma. En el baloncesto europeo tenemos nuestro propio bagaje, y l@s que nos hemos interesado por el mismo, lo sabemos poseedor de una riqueza que le permite pujar en el escenario global del baloncesto, como reconocemos que nada sería lo mismo sin ello y, por eso, sería atrozmente injusto no reconocer la magnitud que supone la gesta lograda por Baskonia esta misma semana tras vencer a Bamberg en su pista de manera holgada.
Los playoff que se presentan van a tener un grado de exigencia que va a impedir a los cabezas de serie cualquier grado de desconexión. No dudo de que, tal y como se ha venido produciendo a lo largo de la temporada regular, habrá una máxima igualdad competitiva que permitirá tener opciones a todos los equipos participantes en la misma. Baskonia ya me ha demostrado esta temporada que se siente cómodo jugando en cualquier pista, por lo que no considero fundamental poseer la ventaja de campo, tanto como llegar a esos partidos con el mejor tono físico y mental de la temporada, y creo en el caso de nuestro equipo ese hecho puede darse, dada la clara mejoría experimentada tras el típico primer bajón de la temporada. Todo indica que Sito Alonso ha sabido redefinir roles que aprovechan la totalidad de la plantilla, sin que se observen miembros en la misma fuera de una dinámica de trabajo en continuo crecimiento.
Nada debería hacer decaer el ánimo, cuando son los propios jugadores los que han comprobado en primera persona cuan capaces son de competir con cualquiera de sus rivales posibles, al tiempo que ya saben lo que supondría en sus vidas, gracias al tiempo transcurrido con nosotr@s, un título que la historia nos ha negado de momento. Tanto si siguen con nosotros, como si deciden cambiar de aires, como lo decidimos tant@s de nosotr@s, necesitaran mientras defiendan nuestra camiseta de un aliento del que la afición baskonista se ha hecho merecedor de reconocimiento. Nos espera lo mejor y nada tiene porqué salir mal si lo damos todo.
Cerramos trilogía con la actualidad de esa competición que os vengo mencionando como la más potente que un aficionado al baloncesto puede disfrutar en fechas como estas, que están viviendo apasionadamente en Estados Unidos de América, como es el torneo final del baloncesto universitario USA. Es tal la igualdad entre los distintos equipos participantes, que ayer mismo caía el vigente campeón en segunda ronda, en un partido que pude ver en directo y que me reafirmó en todo lo que me ha transmitido dicha competición a lo largo de estos años en que la sigo. Resaltan así múltiples las diferencias con respecto a las competiciones de cobro confirmado que la mayoría de nosotros seguimos como puedan ser NBA o Euroliga, y si no habéis podido disfrutarlo aún, todavía estáis a tiempo pues hoy se completara la segunda ronda de la competición que dejará a los 16 equipos finalistas en liza.
Fuente: mcall.com
La faceta arbitral desconcertaría a la mayoría de aficionados europeos sin conocimiento de la competición, porqué al ser todos los partidos a vida o muerte, y conllevar dicho fracaso la despedida definitiva de muchos jugadores en último año, o con prisas por llegar a pro e incluso algunos que buscarán un cambio de aires en la misma competición; la actividad defensiva de los contendientes suele ser extrema, lo que sumado al gusto por la dureza del juego imperante en el baloncesto USA; nos lleva a presenciar auténticas batallas por cada pelota que se deje arrebatar. No me resulta en absoluto extraño que se produzcan errores que apreciamos desde la pantalla y, probablemente por la lejanía o una distinta interpretación del deporte que se da por su parte, a mi me parece que los viven con otra naturalidad.
Ahora que nosotros nos acostumbramos a largas plantillas con rotaciones cada vez más largas y lógicas por la exigencia física crecientes, allí se reduce el número de jugadores empleados, y no es raro que equipos importantes como el campeón eliminado ayer utilice 7 jugadores en un partido de esta relevancia. Siendo este otro factor que, a mi entender, multiplica la igualdad y convierte en impredecible el resultado de las contiendas, al tiempo que incrementa la afición por los juegos de pronóstico que abundan hoy.
Todo está preparado para que en 40 minutos cualquier cosa pueda pasar y dependiendo de como has llegado a estas alturas, tienes las mismas posibilidades de triunfo que aquellos que han colmado los titulares de las últimas temporadas. Así, equipos como Xavier que partían desde un undécimo puesto siguen avanzando con solidez y demuestran que nada sería lo mismo sin las "cinderellas" que animan los torneos. Lejos de los que critican los modos de elección de los rankings NCAA, defiendo que ello es parte fundamental del nivel competitivo que se nos ofrece y que enfatiza la singularidad del torneo. Hoy Domingo, ya están jugando de nuevo y todavía estáis a tiempo de engancharos a los ocho partidos que están disputando. Lousville gana ahora mismo por 36 á 28 á Michigan. ¿Quién sabe como terminará?
