sábado, 22 de julio de 2017

El voluntariado es clave

En un verano en el que fidedignamente much@s quieren olvidan la crisis que ha machacado el baloncesto y remontar el vuelo con la esperanza de que la propia máxima competición devuelva ingresos que permitan la pervivencia de proyectos excesivos, me veo moralmente obligado a recordar que lo único que sustenta el poderío del pasado es el deporte base, sin el que ni siquiera el patrocinio del fútbol o el mecenazgo interesado podrían alcanzar más allá del humo que nos ahoga. Entiendo lo emocionante que resulta asistir a un evento bien organizado porqué lo he experimentado en distintas ocasiones, si a eso le sumamos la dimensión que parece adquirir todo con cifras monetarias que la mayoría de mortales solo cree que comprende, tenemos el caldo de cultivo ideal para enredarnos en circunloquios infinitos, pero hoy me toca hacer de abogado del diablo para recordar lo fundamental: Sin una base deportiva-participativa sólida el castillo se cae en un abrir y cerrar de ojos.

Fuente. Eneko Perez - blogger
 Con 45 años tengo clarísimo que el deporte para mi debe ser fuente de salud y diversión, descarto cualquier tipo de competición que amenace mi renqueante estabilidad y animo a los que me rodean a hacer lo propio, porqué si vamos sobrados de la misma en nuestros respectivos trabajos de cobro, entiendo que necesitamos compensar por ahí. Cualquier experto en la materia os explicará, mejor que yo, que el deporte de máxima competición es insano y se debe realizar con mucho método y control, por lo que necesito proclamar la necesidad de apoyar cada uno desde nuestro metro cuadrado al deporte de base para que, de verdad, tengamos un futuro mejor. Dentro de muchos de nosotros hay un crítico frustrado que acaba creándose su Pangea particular en forma de lo que se nos antoje, pero quiero recomendaros un baño de realidad que os devuelva a la tierra: Necesitamos reflotar el voluntariado en el deporte como forma de vida.

Todo ha cambiado tanto desde que yo empecé a conocer este deporte que lo único que sé con franqueza es que nadie que ha intentado ayudar merece ser criticado y, hoy por hoy, mis héroes del deporte son los que, teniendo más a mano, me demuestran como se puede realizar el milagro del mantenimiento a flote de cualquier club de base. Todos queremos apuntarnos a la fiesta, pero muchos desconocen el trabajo que hay detrás. Pocas cosas más honestas se pueden regalar a una sociedad plagada de contradiciones que, sin repudiar a las millonarias estrellas de la élite, debería reconocer como verdaderos héroes a todos aquellos que, desde el voluntariado, mantienen vivas las tradiciones y el amor por el deporte de verdad.

Probablemente sería más difícil reclutar deportistas sin el brillo de la alta competición, pero cada vez dudo más del ejemplo que estamos transmitiendo y tengo claro que debemos de tratar de reenfocar con un trabajo de base por y para el pueblo. Soy un flipau y he flipau mucho a lo largo de mi vida, pero si muchas estrellas norteamericanas del baloncesto entienden la importancia de devolver a sus orígenes parte de lo ganado para que el deporte se mantenga como camino a seguir, donde no tenemos esa suerte estamos llamados a apechugar y echar una mano allí dónde podamos, porqué el futuro es nuestro.

Love You all ;)))


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