sábado, 3 de junio de 2017

Recoges lo que siembras

Estoy hecho un lío porqué todo lo que antaño interpretaba de un modo, actualmente se me muestra de forma tan distinta que me resulta difícil comprender porqué lo veía de aquel modo. Ya he explicado en entradas anteriores que cuando más NBA he consumido ha sido por buscar un mundo diferente, que por el hecho de serlo me resultaba sumamente atractivo pero, cuando intentas reinterpretarlo todo desde el inicio dada la influencia que ejercen sobre ti tus hijos, la lectura difiere tanto que no sabes si será porqué preferías el juego del pasado o simplemente, porqué necesitas de un futuro mejor. Algo así me ocurre cuando reviso el primer partido de las actuales finales de la liga más opulenta del planeta con mi máxima intención de disfrute, rendido ya al 100% al reconocimiento de la figura de Lebron James y lo que representa, pero vuelvo a chocar con la realidad que tanto y tanto engancha a la mayoría: Llevar la exposición de los atletas al máximo, permitiendo un nivel de contacto defensivo ilegal incluso para ellos. No nos vale tener figuras, parece que necesitamos ver como se zurran mientras demuestran que están por encima del bien y del mal y hasta ponen buena cara a la cámaras.

Fuente: www.basket4us.com
Comprendo ese arbitraje como lo he comprendido siempre. En una sociedad desarrollada con unos gustos por deportes de equipo con alto nivel de agresividad colectiva en todo aquel que pretenda triunfar, y siendo el Football americano el que más negocio atrae, no puedes vender el remilgado basket FIBA porque esto lo inventamos nosotros y ya sabemos para qué. Sé que me chocó porqué venía de ver los partidos de semifinal de la liga ACB con anterioridad, y me recordó el peaje que todo jugador estadounidense ha de pagar en forma de faltas incomprendidas hasta que, entre sus entrenadores y compañeros, le convencen de que juega a lo mismo, pero con niveles de interpretación arbitral antagónicos. Cada vez necesitamos atletas más rocosos y nos resulta extraño que jugadores que destacan en la NBA sufran para ajustarse a las competiciones FIBA que disputan con sus selecciones, cuando cada vez estamos más lejos.

Para mi lo peor de todo esto es la influencia que está teniendo en el juego en sí. Cada vez resulta más estúpido exponerse intentando crear juego interior y resulta excesivamente cínico criticar el volumen de tiros exteriores que se producen cuando, si eliminamos los lanzamientos contabilizados tras contraataques, el equilibrio de juego interior y exterior ya ha desaparecido para imponerse el único que hace viable, de momento, el mantenimiento saludable de los participantes en le juego. Los jugadores interiores que se eligen ya se valoran más por los bloqueos que realizan o la intimidación que ejercen y tengo claro como va a evolucionar Joel Embiid o cualquier otro futuro jugador interior con potencial de peso ofensivo contundente, si quiere tener una larga carrera por allí. Tenemos la tecnología que permitiría arbitrajes perfectos pero no la aplicamos porqué sabemos que con ello acabaríamos con la polémica que tanto vende y de la que tanto necesito huir.

Love You all ;)))





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