domingo, 29 de enero de 2017

Zalgiris & South Africa

Cerramos trilogía con un gran club y un mayor continente, que parecen buscar un camino en común con la colaboración que viene desarrollando Zalgiris de Kaunas con los Duzi Royals de Durban, propuesta inicialmente por el embajador lituano del país africano. No dudo de que si esa colaboración resultara plenamente fructífera y se lograran aunar el conocimiento del juego del baloncesto lituano con el potencial humano de un país así, los resultados serían espectaculares y, por ello, me gustaría echar una mirada hacia el sur, ese que nos atrae como nos asusta por tanta y tanta mentira que nos han contado nuestro educadores y, han sabido explotar miserablemente nuestros atroces mandamases.

Fuente: www.duziroyalssa.co.za
El universo baloncestístico más elitista solo ha mirado a África para admirar a los imperiales Hakeem Olajuwon o Joel Embiid. Ha llorado incluso con los Manute Bol y poco, realmente, se ha preocupado por desarrollar programas de éxito que ayudaran a un pueblo a desarrollar su talento natural en ares de un futuro sostenible, que no volviera a derrumbarse con la siguiente azaña fagocitadora humana. Cada vez que alguien con alma de baloncestista atrae la mirada de clubes extranjeros es para llevárselo a zonas de confort donde puedan trabajar y calibrar mejor el producto. Lo que ahora intenta Zalgiris con la ayuda de su embajador es distinto y sería maravilloso que no se quedara en el país africano más saneado economicamente, porqué son otros los que necesitan más la ayuda de los que estamos más arriba.

En el caso del deporte africano es brutal la atracción del maná del fútbol europeo y por eso, deportes como el baloncesto deberían aprovechar para ofrecer proyectos distintos, más humanos y amables. No quiero que vean  a Serge Ibaka como a un Cristiano Ronaldo. Me encantaría que entendieran el deporte como una herramienta de desarrollo personal y sé a donde apuntan los lituanos. Claro que es fácil impresionar a unos "negritos" llevándoles al Zalgiris Arena en noche de velada de Euroliga y, por supuesto, que el potencial de consumo que hay allí hace brillar los ojos de cualquier "blanquito" empresario al uso pero, por favor, tratemos de ver África con otros ojos de una dichosa vez. Por allí ya han pasado muchos de los peores depredadores europeos y espero que nos hayan enseñado algo, porqué quiero dormir por las noches y tengo conciencia.

Pensad en la continua bipolaridad del ser humano. No hay Jin sin Jan y todo eso, y dejadme recomendaros que no veáis el baloncesto solo como un ejercicio de evasión. Hay una realidad humana detrás de cada noticia y algunas son siempre iguales y esconden trampas universales que jamás cambiaran nada. Ojalá Joel Embiid logre ser tan grande que consiga cambiar algo en un continente como el suyo que necesita mucho. Lo primero: No dejarse engañar por el brillo artificial que le llega del norte.

Love you all ;)


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