sábado, 7 de enero de 2017

mirko novosel

Es todo un personaje para el baloncesto europeo, ese que florecía en los balcanes de los 70, lejos de la psicodelia occidental pero cerca de la rigurosidad del trabajo exigido desde unas instituciones que buscaban deportes donde destacar en los eventos internacionales. Mirko Novosel jugó y aprendió el juego en años precedentes para desarrollarse después como hombre orquesta que todo lo controla; porqué, no veo muchos con más poder local que el que pudo desempeñar en los gloriosos 80 de su ciudad de Zagreb, hasta que se rompió la mina por la dichosa sobreexplotación.

Fuente: Nacional.hr

Cuando leí que fue él el recrutador de Mirza Delibašić para el baloncesto, pensé que en el baloncesto yugoslavo de la época debía de haber pocos más influyentes que él, tanto que le hacían valedor del banquillo plavi durante los torneos más relevantes de la época, culminados con todo un oro olímpico; pero su máximo explendor lo veo con el papel que jugó en el resurgimiento y la entronación de la Cibona de Zagreb de los 80, donde se convierte en un entrenador todopoderoso que manda dentro y fuera de las canchas para elegir patrocinadores extranjeros, cobrar personalmente tasas a prensa extranjera por derechos de retransmisión de última hora, y vender a aquellos jugadores por los que preguntaba el resto de Europa, después de dejarnos asombrados con un equipo que llegó a ganar dos copas de Europa sin jugadores americanos y mucha clase, que nos llegaba en forma de equipo espectáculo capaz de presentarse en nuestros hogares con un líder que sacaba la lengua y celebraba sus éxitos con el puño en alto. Todo fue muy rápido y Mirko no quiso perder la ocasión de hacer caja, y lo hizo sin perder ni un minuto: Aquel equipo se desintegró y una ciudad de la costa llamada Split les tomó relevo para tocar el cielo otra vez y de manera más bella.

Cero dudas sobre la importancia que tienen personajes como este para el desarrollo de deportes como el nuestro. Un siglo XX tumultuoso que quiso terminar baloncestisticamente en Europa con un país que se desintegraba, siendo máxima potencia continental, mientras surgían nuevas oportunidades de desarrollo entre bomba y bomba; y no precisamente como las de Juan Carlos Navarro. Novosel se asoma siempre como reconocido formador y hasta se suelta llamando a Miloš Teodosić perdedor y uno sabe, desde su más absoluta ignorancia, que es un personaje crucial sin el que no se puede entender el baloncesto que más nos impactó en Europa, mientras los Celtics de Larry Bird volaban en la NBA.

Ojalá veamos a la Cibona pronto en lo más alto. Allí conocen a Milko mucho mejor, y espero que lo quieran y se queden con todo lo bueno que debió aprender este personaje clave que nos podría entretener durante horas. Vaya vidas! No queramos saber demasiado ;)

Love You all ;)


 

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