sábado, 21 de enero de 2017

Un ejemplo real de superación

Nos va tocando cerrar trilogía semanal, y el pasado Jueves nos dieron la idea con la desgracia sufrida por el base de Creighton,  Maurice Watson Jr., en modo de rotura de ligamento cruzado de su rodilla derecha cuando lucía como líder de asistencias de toda la NCAA, encumbrando al séptimo mejor equipo de los Rankings en la cancha en su último año universitario, que debería de empezar a definir una carrera baloncestística de cobro que el chico está decido a vivir con todo.

Fuente: cbssports
Si medir 1,75 ya te lo pone más difícil y has tenido que cambias de universidad para encontrar tu sitio, aun más; no podemos imaginar lo que supone para un jugador estadounidense que está cerrando ciclo universitario en su mejor momento deportivo, romperse justo cuando le tocaba cosechar el trabajo desarrollado durante las 3 últimas temporadas, que le habían llevado a ser el líder indiscutible en la cancha de un equipo pujante de moda en todo el pais. Esa extensión que el propio entrenador reconoce, como iniciador del todo; y es que si estás promediando 9 asistencias por partido en una competición como la suya, cuando has destacado más por tu facilidad anotadora, solo puede darse gracias a esas simbiosis que se dan entre entrenador y base, que de modo tan emocionante pudimos sufrir mientras veíamos el encuantro que les enfrentaba a Xavier, y comprender mejor en la rueda de prensa que daban conjuntamente el pasado Martes para anunciarnos la despedida de la temporada del pequeño gran Maurice.

Es algo que por desgracia vamos a seguir viendo hasta que se inicie la locura de Marzo, e incluso durante la disputa del torneo final, donde se dan las batallas más épicas en el torneo del KO por excelencia, y precisamente por eso debemos recordar la sonrisa del protagonista de nuestra historia de hoy cuando se ríe de su mala suerte y no la considera tal, porqué es algo por lo que ha pasado ya antes y sabe que se repetirá porqué ese deporte que le ayuda a vivir lo implica, como implica otras  muchas privaciones en forma de vivencias particulares que le conducirán por un camino mágico del que jamás tendrá que desviarse. Porqué personas como él siempre serán necesarias en nuestro mundo del baloncesto, de corto, en su caso durante un buen puñado de años más, o de traje como maestro de jóvenes necesitados de clarividencia. Es en su sonrisa donde debemos encontrar la respuesta, él parece saber en que mundo vive cuando afirma que compaginará sus labores de recuperación con su presencia en un vestuario que se ha formado con él, y si nosotros necesitamos un ejemplo a seguir, en él lo encontraremos.

Gracias Maurice, por tú entereza, serenidad y equilibrio en unos momentos en los que muchos de los que te seguimos desde la distancia sufrimos contigo, y gozaremos cuanto te veamos de nuevo sobre un parquet haciendo eso que nos gustaría hacer como tú.


Love You all ;)


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