viernes, 9 de diciembre de 2016

El corazón

Ves un partido en el que aprecias que los jugadores quieren ganar y lo dan todo con una máxima EXPOSICION, como cuando ves a un novato NBA de más de siete pies esprintar para meterse una leche contra su aro defensivo intentando taponar a un base de aquellos que corren que la pelan, después de que le robaran la bola en un trap defensivo y piensas porqué en el periodismo baloncestístico español no habrá más gente como Quique Peinado o Gonzalo Vázquez que decidieron hacer eso mismo cuando le dieron un corte de mangas al "stablishment" y ser ellos mismos, pesara a quién pesara.

Fuente: apuestasdebaloncesto.com
A mi me encantaría ser como Quique pero debo de reconocer que me parezco más a Gonzalo y eso que lo encuentro más insano pero uno es así y lo debe de asumir. Como debería asumir el periodismo deportivo español que está vendido a una  élite corrupta que hace de ellos auténticos "correveidiles" de la actualidad interesada. Y si el gran Peinado ha tenido que explotar su vena cómica tras poner en su sitio a un tal "Sanz" de una federación española de baloncesto tan corrupta como enferma, es porqué lo vale. Como lo vale Gonzalo para enseñarnos la NBA cada noche y las que haga falta porqué el la siente suya y no está dispuesto a renunciar a una amante que le hace entender como funciona esto sin trampas ni cartón.

Apuesten. Apuesten a que les costará encontrar un pedazo de autor como el de la foto de arriba en su universo futbolero. Y les costará porqué él y yo sabemos que el juego del baloncesto es mucho más natural que pegarle a una pelota con los pies y la cabeza una y otra vez. Porqué él y yo preferimos tener la cabeza para pensar y los pies para flotar y apuesto a que él, como yo, cuando veía caer del cielo un "Mikasa" o un balón de cuero sintético pelado y húmedo, o se apartaba la segunda vez o ponía la mano para protegerse.

Padres y madres: Prohiban a sus hijos e hijas que jueguen al fútbol, por favor. Porqué de allí no podrán surgir raros como Gonzalo o yo que se dediquen a chupar todo aquello que les haga engordar. Nosotros somos raros porqué queremos y porqué formamos parte de una minoría que se debe de esforzar más día a día para sobrevivir. Lo más fácil es seguir a las masas y aborregarse pero eso solo hará de vuestros hijos e hijas unos perfectos candidatos a la borregada colectiva.

Y, por favor. Si algún futuro periodista baloncestístico me lee lo que aquí escribo que no olvide jamás que ante todo deberá ser él o ella mism@ porqué, si no, simplemente no tendrá corazón.

Love You all ;)


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