Escribo apresuradamente mientras desempolvo mis zapatillas de baloncesto para reunirme en mi pachanga baloncestística semanal con amigos con tan pocas ganas de envejecer como yo y me apetece hacerlo con una realidad que parece agigantarse de año a año y que no es otra que el mercadeo que se produce por estas fechas con jugadores profesionales que salen rebotados de las pretemporadas más selectas hacia realidades distintas que incluso reemplazan a entrenadores con menos de un mes de competición.
Fuente: espn.com
Si tomamos como ejemplo un equipo medio euroliga podemos ver que tiene dos jugadores con contratos temporales que, en realidad, podrían durar en el equipo mucho más que otros con contratos para tres temporadas y es que resulta difícil que el común de los aficionados comprenda la presión a la que están sometidos constantemente estos deportistas fraguados en la constancia, la mecanización pero dotados, en su mayoría, de un saber estar que envidiamos el resto.
Muchos de los equipos NBA han recortado sus plantillas en hasta 7 ú 8 miembros y el mercado está inundado de profesionales con ánimos de revancha y el que escribe piensa que los que elijan ligas menores de su país son más caseros, los que elijan Asia más peseteros y los que cacemos en Europa más rockeros porqué por aquí no se reparten chuches en las veladas de Euroliga y hay jugadores mejores que ellos que ya eligieron revalorizarse aquí antes que ellos.
No envidio su situación a ninguno de ellos pero les animo a que se reencuentren con su juego porqué de dónde llegan no les han dejado y confieso que me encantaría conocer todos los entresijos que llevan a que un jugador esté apalabrado con un club y firme a las pocas horas con otro un contrato considerablemente más lucrativo para él mismo y los que le rodean: Quizás algún día lo haremos pero lo dudamos porqué algunos que ya lo hicieron nos advirtieron.
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