Fuente: http://goierri.hitza.eus |
Después te enteras de noticias como la del entrenador que pidió recientemente a su afición que no profirieran insultos racistas hacia una jugadora rival a sus aficionados y vas comprendiendo mejor, que los entrenadores actuales tienen mucho de educadores porqué no se quieren quedar en el objetivo único del resultado final de cada encuentro, pues ya saben que, si así lo hicieran, tarde o temprano, perderían al equipo y se convertirían en meros peones de un sistema que entre tod@s debemos ir cambiando con nuestros actos. Porqué el deporte es maravilloso y mueve nuestras emociones hasta estados de felicidad que se dan cuando ocurre un hecho deseado que anhelamos; pero, nada sabremos, si nos quedamos en el mero anhelo del espectador que además cree poseer un poder ejercido desde la rotunda necedad del ser humano.
Cuando más sabes de un deporte más riesgo tienes de perder la perspectiva global y olvidarte de que vives en un mundo que reclama otra serie de necesidades con urgencia. Parte de la enseñanza que adquiero como adulto me llega desde mis hij@s y sus educadores y hoy en particular, necesito dar las gracias al entrenador de mi hijo mayor que estudia su último curso de magisterio, mientras prepara tantos y tantos cursos que exigen ahora a l@s docentes, se desplaza 69 kilómetros desde donde se forma hasta su pueblo natal para entrenar como jugador y ser el mejor entrenador que yo ni soñé para mi hijo, junto a un amigo que le complementa a la perfección.
Eskerrik asko Oskar eta Aitor. Espero encarecidamente que vuestro ejemplo cale en los que tenemos más edad y juntos podamos cambiar, al menos algo de este imperfecto planeta.
Love You All ;)
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