Toca cerrar trilogía semanal y mensual y que mejor manera de hacerlo que con uno de esos equipos especiales que hay por ahí. Mi relación con la NCAA de baloncesto masculino ha ido cambiando con el tiempo y el acercamiento que he tenido esta semana me ha impactado de un modo absolutamente dispar al de cada una de mis experiencias previas al respecto. Pude ver esta vez un Duke Blue Devils- William & Mary Tribe con un puñado de valientes seguidores visitantes con sus ropas color verde botella animando a sus chicos a ser valientes y descarados ante el gigante local.
Fuente: google
Si alguna vez se os ocurre ver un partido de estos tras la visualización de un partido nba vais a flipar. A mi ahora, con la mejora que se ha producido en la calidad de las imágenes que recibimos, lo que más me impacta es la diferencia de físicos. Tengo la sensación de haber pasado de ver a seniors a hacerlo ahora con juveniles y en el partido que os comentaba antes me resultaba sonrojante la superioridad física de los pupilos de Krzyzewski y por ello resultaba aun más épico el esfuerzo de los Tribes cuando desde el minuto uno sabías que no podían competir de igual a igual jugando al baloncesto en el Cameron Indoor Stadium.
Otra de las cosas que ocurre cuando ves por primera vez un partido de estos es que ahora sí que entiendes a l@s aficionad@s estadounidenses porqué nos resulta extraño ver a familias enteras cenando en las gradas de los estadios nba mientras sus equipos compiten, prestando más atención a los pepinos de la hamburguesa de turno que a lo que acontece en la cancha y aquí es, practicamente, todo lo contrario: Pasión, colorido, griterío, cánticos, bandas de música y todo por y para la victoria de l@s nuestr@s. Me resulta difícil quedar decepcionado en uno de estos y comprendo perfectamente a Izzo cuando se disculpa con sus seguidor@s a causa del duro calendario.
Creo que acertó papa Sabonis al recomendar a su hijo que antes de saltar a la nba probara una experiencia NCAA. Cambiar Málaga por Gonzaga debió ser duro pero Domantas es ahora mejor y, sobre todo, conoce mejor el país que acoge la liga más poderosa de este planeta.
Esta semana he tenido la suerte de ver el partido en el que los Sixers de Embiid recibían a los Heat de Whiteside y disfruté de un encuentro competido en el que los hombres grandes se hacían mayores y todo me parecía más normal porqué entiendo que los nuevos conceptos baloncestísticos que nos llegan desde la bahía de Oakland tienen mucho que ver, en lo que al juego de ataque se refiere, con la espacialidad (amplío el área de juego y consigo más espacio dónde poder potenciar las cualidades de los míos) pero añoro aquellos tiempos en los que había un gigante que bailaba ballet en las cercanías del aro.
Fuente: thesixersense.com
Resulta que coincidió el partido con un máximo de anotación de Hassan, un chico del que jamás intuí una marca superior a la treintena de puntos, pero resulta que su equipo llegaba con dudas y necesitaba agarrarse a él en un día en el que iban a cruzarse con una dupla de cincos rivales a los que los puntos se les caen de las manos y había que hacerles sudar detrás y ahí las soluciones rápidas y las facultades convinativas de sus compañeros exteriores lograron un juego bello y a la vez distinto de lo que se viene dando con los últimos grandes que llegan a la liga porqué hasta Embiid gusta de encarar a su par en ataque y ganar por velocidad y queda muy poco al margen de Okafor capaz de desarrollar un juego ofensivo tan de cinco clásico y llevarlo más allá en lo que a la anotación respecta.
Está claro que si un entrenador tiene un siete pies atlético lo querrá utilizar cuan baluarte defensivo dado el potencial intimidatorio que posee un elemento así. Si encima es rápido de reflejos y se equilibra bien en sus movimientos laterales y giros rápidos, tendré un taponador/reboteador de primer nivel y eso se cotiza al alza, pero ver coger la posición ahí abajo, proteger la pelota, generarse un espacio dónde solo hay músculos, huesos y tensión, y terminar rompiendo por velocidad, imaginación y técnica siempre será más bello para mi.
Así que sí, que Towns es cojonudo y Porzingis también porqué son gigantes que juegan como exteriores y tienen un rango de tiro de la leche pero a mi me mola más ver fajarse a Hernangómez y no tiene nada que ver con que sea español. El chaval se lo curra y hasta tiene que decir que ya no volverá a disculparse a un rival caído y mucho menos ayudarle a levantarse porqué Jennings ya le ha explicado que cuando estamos ahí, estamos en guerra, amigo.
Resulta que uno es amante de lo sencillo pero es arrastrado hasta las profundidades de las complejidades de la vida muy a su pesar por la puñetera realidad. Tan real como lo es la ciudad de Manresa, que lucha en la liga más potente de la península ibérica siendo lo que muchos considerarían "una plaza pobre" y hasta consiguió ganarla no hace tanto tiempo superando en la final y cabreandome porqué nos la ganaban a Nosotros. Ahora viendo dónde estamos y dónde siguen me alegro de pleno corazón de que lo hicieran porqué lecciones como aquella nos las tendría que brindar el deporte mucho más a menudo.
Fuente: www.foodweb.it
Me recordaban recientemente la peculiaridad del baloncesto transalpino en el que muchos de sus equipos históricos pertenecen a ciudades pequeñas con nombres preciosos, un arte superlativo y mucha garra. De crió cuando escuchaba nombres como Cantú, Siena, Varese o Caserta sentía algo ahí dentro que me llamaba hacia ellas y pensaba que si los equipos de baloncesto italianos eran tan distintos a los del fútbol era porqué allí eran mejores. Ahora creo que todo eso ocurría al no valorar uno lo que había en ligas más cercanas porqué el mérito que tubieron Chichi y compañía en la comarca del Bages es superlativo.
Y hay siguen, como tercera fuerza del todopoderoso basket catalán que tanto tira del carro de la cantera local con menos ayudas públicas que los chulos vascos y, ironías de la vida, entrenados por uno de esos que para nada lo parece. Vamos, que si quiero llevar a chavales del Goierri a Fuenlabrada es porqué no quiero, ni por lo más remoto, que ninguno de ellos coja algún tipo de fobia antimadridista como la que yo padecí, pero si me dejara llevar por el corazón y quisiera acompañarles a una cancha guapa con solera del mejor deporte, les llevaría a Manresa y, por eso, me he alegrado mucho cuando he leído que el bueno de Serge Ibaka les va a echar una mano y, por eso, sentí algo raro cuando visitaron Vitoria un Domingo reciente para enfrentarse a este SuperBaskonia que está mucho más lejos hoy de lo que estuvo aquella primavera del 98.
Nadie debería sentirse inferior jamás. Eskerrik asko Manresa!
Cierro trilogía. Y como todo no puede ser baloncesto en esta vida, cierro con el descubrimiento del año porqué ayer después de asistir al Tonga-USA de rugby pesimamente organizado (perdón amigos de Iñaki) y frío, decidimos visitar un bar al que hacía unos 20 años más o menos que no acudía y ahora sé que volveré, porqué Javier me encanta, está a unos pasos de mi casa y es genial. Como Tina Turner en el 71.
Fuente: urretxukotxistulariak.blogspot.com.es
Todo ser humano necesita un lugar así, dónde su propietario se ha encargado de mantenerlo como es él mismo y, pese a que necesita dinero para sobrevivir, acude allí sin presión porqué sabe que lo que hace está bien hecho y el que no lo comprenda ya sabe donde está la puerta de salida y no le tiembla el pulso para enseñalarsela. Si los chavales de ahora alquilan locales de ocio para reunirse es porqué todavía no han conocido un lugar así y están sumidos en un proceso de conocimiento de uno mismo que necesita una mayor privacidad. Tengo un amigo que me dijo que si algún día necesitaba una cama, la encontraría en uno de esos locales y sé que iré un día de estos porqué en lugares así se vive y se vive de verdad, pese a quién le pese.
No necesito una canasta y un aro para ser feliz y comprendo que en el barrio de Altamira hubiera dos puticlubs en la torre en la que vive Javier. Pero ¿Cuantos más habrá ahora en los pisos de mi pueblo? No sé si ahora somos más listos que entonces pero yo con 17 años más o menos visité el Oliver y sentí miedo, tanto que tuvimos que salir antes de que se abriera una puerta y apareciera lo desconocido.
Ayer fui tan consciente de todo que hasta ni me dolía. El Jueves vi una película en la que el protagonista tomaba una pastilla y era consciente de todo, en Beasain no necesitamos ni pastillas de esas con locales como este. Es nuestro tesoro y estamos obligados a cuidarlo. Ni sociedades gastronómicas ni hostias en vinagre. Y si necesitamos un pinche nos traemos a Jon Isasi y sus chalecos de diseño y las chavalas francesas embarazadas de tres meses que desayunan con él en el María Cristina. Quiero comerme un pintxo y que me lo calienten antes sin ponerme un plato delante para que vaya contándolos.
El entraña todo lo que para mi es ser un buen profesional pero como además de eso fue el capitán de mi equipo del corazón y jamás le vi un feo detalle, ni oí un comentario despectivo hacia él de los que le conocían, ni leí nada que hiciera sospechar que ahí había gato encerrado, le quiero.
Fuente: cadenaser.com
Sinceramente. He de admitir que cuando escuché lo de sus problemas físicos; sí, aquellos que llevaban a médicos renombrados a recomendarle que dejara la practica deportiva extrema por una cuestión vital, solo pensé en el club y los problemas que ello conllevaba a la maltrecha economía del mismo y no pensé en la persona que había detrás del jugador de baloncesto, pero ahora, afortunadamente, creo que he evolucionado lo suficiente como para ampliar mi panorámica y comprender que lo que este chaval hizo por ese club es infinitamente más de lo que yo jamás soñaré.
Me resultaba hasta gracioso ver como, pese a que tod@s sabíamos que era zurdo-zurdo, él lograba bandejas y medios ganchos con su mano buena una y otra vez y me resultaban hasta burlescas las diagonales que se cascaban SanEme y él arrancando desde bien lejos. Yo lo hago ahora y trato como él de no olvidarme de mi mano tonta y recomiendo a mis amigos que lo hagan porqué lo que hacemos con un lado lo deberíamos repetir con el otro tod@s.
Ayer volvió a su cuidad, esa que ha sido y será para siempre porque allí el guarda amigos de verdad con los que podrá contar mañana. Seguro que saludó a más que a Salazar pero también ahí volvió el club a ganarse mi aplauso por emocionarme con las imágenes de ese reencuentro en los bajos del Buesa. Si nos vamos a americanizar que sea por esas vías y no por las que huelen a plomo. Y Fabien: Vuelve. Vuelve una y mil veces a darnos lecciones de saber estar y a sonreirnos mientras haces malabares con varios balones del tipo que sea.
Que gustazo sentiría si pudiera compartir cancha también contigo!
Todas las temporadas igual. Como aficionado de un equipo uno jamás deja de descojonarse cuando año tras año, temporada tras temporada se repite la misma historia: Un equipo que parece campeón un día y perdido otro. Así que, amigos, antes de que volváis a soltar toda esa bilis después de una amarga derrota contra aquel o aquellos jugadores, técnicos y directivos varios de vuestro equipo recordad: La temporada no se juega en cada partido, es un proceso largo, costoso, lleno de luces...y sombras...muchas sombras.
Fuente: www.lavanguardia.com
No sé ahora pero cuando seguía la NBA con detenimiento era normal escuchar o leer frases del tipo "la temporada empieza con los playoff", tanto era así que en la cotización de los jugadores sumaba, y mucho, la experiencia en este tipo de partidos y que pocos podían considerarse veteranos sin una buena carga de encuentros en la postemporada a sus espaldas y la verdad es que lo entiendo porqué no se puede concebir de otro modo con una carga de partidos tan monstruosa como la actual para equipos "euroliga" que están, en su mayoría, en construcción.
Solo tratad de imaginar que sois un joven jugador con poca experiencia y consiguiente currículum. Yo supongo que en esas circunstancias lo último que quisiera es que mi jefe se enfadara conmigo y trataría de hacerle caso aun sabiendo que no estaría aportando ni el 1% de lo que pudiera dar, a buen seguro, si actuara con total libertad e impunidad. Como yo hay 2 ó 3 más y después están los 6 ó 7 consolidados y por encima las 3 estrellas con las que me niego a discutir pero que, en ocasiones, estragularía. Ese podría ser un marco adecuado para empezar a comprender lo que hay al otro lado.
Así que 6 meses me parecen poco, muy poco, para poder sacar conclusiones y reconozco que si fuera norteamericano no me empezaría a preocupar por la NBA hasta finalizar la "locura de Marzo" y viera a las grandes bandas perfectamente afinadas y como europeo que soy el consejo que puedo dar a los fanáticos basketboleros que me lean es que, en cuanto veáis un partido de vuestro equipo que no os guste nada, paséis página y penséis en el que viene, y si os vuelve a pasar, en el siguiente y así sucesivamente hasta terminar una dichosa temporada más.
Toca cerrar trilogía semanal y tengo tantas cosas positivas a mi alrededor para elegir que me siento abrumado, así que lo voy a hacer con un equipo que no ganaba en los meses de Octubre y Noviembre de los últimos 3 años hasta la madrugada de ayer: Los Philadelphia 76ers que tanto me han emocionado a lo largo de mi vida.
Fuente: nba.com
Y es que me meto en la piel del entrenador jefe Brett Brown y alucino con todo lo que ha tenido que lidiar este caballero australiano de bella estampa porqué si las dos anteriores temporadas se esperaba que perdiese, ya no; porqué sus nuevos jefes lo han proclamado a los cuatro vientos y ya casi no quedaba nadie en la ciudad que pidiera un plazo concreto para exigir su cabeza en una bandeja de plata. Resulta que ya antes del partido vi que el icono "Iverson" urgía a los sixers a ganar y pensé en el couch, porqué: ¿A este lo hubiera respetado el bueno de Allen?
Ya la prensa local comparaba las estadísticas de Brown con el otro Brown, Larry, que figura con el mejor record de la historia moderna de la franquicia, las oficinas superiores ejecutaban traspasos que traían veteranos jugadores ofensivos como Ersan Ilyasova y ese cuerpo técnico solo tenía una obsesión: Ganar. Pero nada es sencillo y menos en un vestuario perdedor lleno de dudas por hasta tres partidos regalados en el presente curso y pocas sonrisas en forma de jugosos contratos en sus billeteras, y este curtido aussie lo ha conseguido al fin.
Celebremoslo porqué aun somos jóvenes para ello y pasemos de todo aquello que nos hace sufrir. Yo voy a pasar de ver partidos de mi hijo mayor durante una buena temporada por esa razón y recomiendo a l@s que tengáis el mismo problema que yo, que hagáis lo propio porqué no sabemos lo patéticos que resultamos los padres que solo trasmitimos mal rollo con nuestra tensión desde la banda o grada de turno hasta que recapacitamos, damos varios pasos hacia atrás, respiramos, miramos al cielo y lo vemos con claridad.
Recuerdo unas declaraciones de Pau Gasol agradeciendo en una de sus entrevistas con medios españoles a su antiguo entrenador en categorías inferiores el que le hubiera hecho jugar de base cuando no solo era el más alto del equipo sino uno de los más altos de su generación en el mundo entero. Yo creo que esto ha cambiado mucho desde entonces y que ahora ya la mayoría de equipos de nivel trabajan con conceptos nuevos en los que tod@s debemos hacer de todo y me alegro :)
Fuente: 4.bp.blogspot.com
Reconozco que tengo debilidad por los bases altos pero también me gustan los pivots "undersized" e intuyo que el entrenador de Pau puso el balón en sus manos no solo para que él mejorara su manejo sino, sobre todo, aprovechara su potencial como pasador porqué desde ahí arriba se ve la vida mucho mejor y por ahí abajo solo hay telarañas de brazos y manos, por lo que el tiempo nos pondrá a cada uno en su sitio y acabaremos siendo los jugadores que somos de manera natural.
Afirmo con vehemencia que ningun@ jugador@ lo será de verdad hasta que no haya pasado por las 5 teóricas posiciones que hay en un quinteto de baloncesto y que los corsés ya nos los pondremos nosotr@s solit@s y que si hoy algún entrenador de formación todavía no ha entendido esto quizás fuera mejor que se apuntase a una "ultra-trail" de esas que ahora están tan de moda o se ventilara la azotea por los Alpes como muy bajo, que seguro así aprendería más de sí mismo. Yo ya me he pateado las calles, he chupado su polución y ahora me toca ser rata de gimnasio, paseante montañero y aprendiz de surfista, que Samoa no está tan lejos.
A buen seguro que vosotr@s podréis enseñarme mucho más a mi pero, en lo referente al baloncesto, creo que lo que pido no es tanto: Trabajo y naturalidad para que seamos mejores y mucho cuidado con el ejemplo que damos a los jóvenes en las canchas porqué si ya hemos hecho el ridículo tantas veces no tendríamos que estar deseando volver a hacerlo ya que lo cortés no quita lo valiente y seguro que mañana sale el sol.
Antes de ayer fue el cumpleaños de un chaval que es buque insignia del baloncesto gipuzkoano con toda la naturalidad del mundo por encima de instituciones y entes varios porqué Gipuzkoa la hacemos las personas y este chico apellidado Brizuela y que ejerce su oficio en el equipo más basquetbolero de Madrid, no solo lo es, además es ejemplo a seguir para el resto en opinión del que esto escribe.
Fuente: www.somosbasket.com
El pasado Julio fui al poli de mi pueblo para jugar con mis amigos veteranos pero quiso el destino que una reunión previa en una sala sita tras la zona elevada del graderío me permitiera observar su trabajo ayudado por el gran Gorka Nuñez y, una vez más, quedara prendado de los movimientos gráciles de un atleta de élite con un cuerpo diseñado y trabajado para jugar al baloncesto: Largos brazos en un cuerpo perfectamente equilibrado que hasta me recordaban a Iverson y no es que que no distinga a estos dos jugadores pero cada día veo más claro lo importante que es en este juego disponer de brazos así que engañan a rivales que los ven bajos. Otro con el que me pasa es con Beauvois y seguro que l@s que habéis jugado lo habéis sufrido con tantos y tantas.
Zorionak Dario porqué incluso ese día me dijo Gorka que si te lo ofrecíamos jugarías con nosotros porqué eres así y sinceramente creo que ahora sois más naturales de lo que nosotros eramos a vuestras edades porqué, mal que nos pese, entonces cargábamos con demasiados prejuicios y a vosotros se os ha educado con más libertad y hoy podrías ir a Estados Unidos y no desentonar, comentar y compartir vivencias con tu amigo Juancho y seguir soñando y zorionak porqué, siendo tan joven da la impresión que ya sabes quién eres y aunque no sepas aun todo lo que quieres ya sabes lo que te sobra; y sigue preparándote porqué yo no paro de entrenar y no volveré a perder la oportunidad de pelotear contigo aunque me metas un gorrazo porqué seguro que ya sabes que a los mayores hay que respetarlos y honrarlos ;)))))
Cierro trilogía con cabreo de órdago porqué el equipo de mi hijo mayor ha jugado muy mal al baloncesto contra un equipo que me ha encantado. Es el Atlético de San Sebastián infantil y si alguno de vosotr@s tiene la suerte de poder verles jugar que no pierda la oportunidad. Hasta los fútboleros podéis hacerlo porqué su mejor jugador y líder en la cancha juega con el 10. Como "el pelusa".
Y es que si queremos enseñar a jugar al baloncesto a los niños debemos cortarles las cuerdas del yoyo á todos aquellos que ya saben botar muy bien y obligarles a que levanten la cabeza y busquen al compañero libre porqué si con 12/13 años boto más de 4 veces seguidas me pierdo la totalidad del juego, me meto en mi mundo y no veo que hay 2 amigos solos deseando recibir mi pase y lanzar a canasta. "SE BOTAR PERO QUIERO QUE MIS COMPAÑEROS DISFRUTEN DEL JUEGO". hOSTIA!!!
Y PERDON!!!
"SE BOTAR PERO QUIERO QUE MIS COMPAÑEROS DISFRUTEN DEL JUEGO". hOSTIA!!!
Perdón otro vez y mil veces perdón. Pero...amigos entrenadores de niños os lanzo una pregunta para que reflexiones: ¿Quiero que mis chavales aprendan a jugar al baloncesto o solo quiero que lo haga el 20% de los que tengo? Si sois de los queréis que aprenda todo dios os ruego una solo cosa: Cortad las cuerdas del yoyo que se ha convertido en el lugar de seguridad de un niño "estresado" que cuando bota no ve ni el 10% de lo que debería porqué al baloncesto se juega con la cabeza alta, que por algo somos los más chulos y los más guapos y desde luego nunca olvidemos que queremos hacer amigos mientras jugamos y no conozco equipo de niños cuyo líder se haya hecho amigo del resto tirando de bote y de chupársela porqué yo lo valgo.
Por favor.
Y antes de que me aticéis os advierto. No entreno porqué sé que a estas alturas de mi vida en un partido como el de hoy hubiera sido capaz de meterme en pista y robar el balón al base de mi equipo para que se diera cuenta del ridículo que estaba haciendo con el puto yoyo. Y si no hubiera podido, le habría dado un rodillazo en el estómago, que por algo soy un jodido veterano.
Resulta que por principio recelo de todos los equipos en los que un solo individuo aglutina un porcentaje de tiros muy elevado pero soy uno de aquellos que brinco de madrugada con las orgías de Allen Iverson en los playoff del 2001 y hasta creí que lo podía lograr con semejante argamasa de acero y sangre cuando robaron la primera victoria en el Staples de oro con media plantilla renqueante y la otra media lesionada.
Y ahora me hallo leyendo a mis admirados Monje y Vázquez que este año los que la petan de ese modo son Westbrook y Davis y pese a que me atrae mucho más el juego del más alto debo reconocer que dada la tesitura moderna del estilo ultra "up tempo" vigente, es el chico malo de Oklahoma el que recibe mi aplauso porqué su equipo gana y el de Nueva Orleans no. Y, quitemonos las máscaras de Halloween y reconozcamos de una vez por todas porqué estamos en este negocio: Porqué queremos ganar.
Y si Iverson ayudo a ganar mucho dinero a los Snow, McKie, Ratliff, Geiger, Lynch y demás considero que más de un Thunder actual debería invitar a comer a Russell dado el hambre que está demostrando este pedazo de jugador con cara de "bulldog" y una capacidad físico-atlética extraterrestre porqué si Durant se fue hacia la costa pacífica me da que en el corazón de los Estados Unidos de América hay un chico que no va a permitir relajarse a todos los nuevos ricos que visten con ese azul tan molón de las camisetas de los truenos.
Si le gusta la música vaya a la ópera pero si quiere ver una fuerza desatada de la naturaleza jugando al baloncesto, vea al actual Westbrook. Y Russell, por favor, no te lesiones y sigue cerrando bocas como lo hiciste el día de tu partido en la ciudad del amor fraternal porqué siempre preferiré tener amigos como tú que amigos como el aitona que te enseñaba sus deditos de gilipollas.
Hoy me apetece salir en defensa del villano de la película, de ese que tiene que escuchar a mal educados acordarse de su madre cuando hace valer un criterio que considera de ley en unos tiempos en los que este individualismo creciente en el que nos movemos nos conduce a ampararnos en el clan para poder dormir cuando sabemos que nuestro proceder es, cuando menos, dudoso.
Fuente: Wikipedia
Y es que soy de los que opinan que todo jugador de baloncesto debería ser árbitro en su etapa formativa para poder entender lo fácil/difícil que es empatizar con una persona dado su comportamiento con respecto a ti mismo. En el baloncesto provincial todos nos conocemos y hasta los veteranos de Beasain tenemos un partido pendiente con los árbitros de la gipuzkoana pero eso no evita que les queramos influir desde la grada con nuestro criterio de justicia y que yo mismo recomiende a los entrenadores de mi club que les hagan la pelota al finalizar cada encuentro porqué sé que ello les beneficiará en el futuro y es que cuando te pasan el pito y te ves en la tesitura de civilizar un partido de niñ@s de 9/10 años tu mente te urge a dirigirse a zonas de seguridad y lo único que sientes en eso momento es la necesidad de que todo salga bien y tod@s aprendan algo tan simple como que ese juego mola y merece la pena seguir descubriéndolo.
Los basquetboleros afirmamos con orgullo que nuestro deporte es más civilizado pero lo es porqué es menos masivo que el otro que todos sabemos, he presenciado partidos en San Mames con varios tragos de más y rodeado de bilbain@s y ningún temor he sentido, he viajado a Praga para animar a mi Real y fuimos escoltados por la policía a la entrada y salida del estadio por no se qué y he gozado de una copa del rey de baloncesto en la que Jordi Trias fue MVP en la que hasta había una manifestación de ultras fascistas por las calles de Málaga y lo que sé a ciencia cierta es que el mínimo común denominador de todas las distintas aficiones es que nos acordamos de los "trencillas" cuando sale cruz y que pocos quieren que su club sea multado por comportamientos incívicos en su estadio; así que me atrevo a pediros que antes de intentar agredir a una de estas personas cojáis aire, llenéis vuestros pulmones y resopléis, resopléis y resopléissssssssssssssssssssssss.
