viernes, 17 de marzo de 2017

El que se queda

Recuerdo que cuando debutaba en el Real Madrid nos llamaba la atención a casi todos, porqué era un jugador distinto, de esos que ves con una determinación propia de los que se saben capaces y lo quieren demostrar. Yo tampoco las tenía todas conmigo cuando pensaba en como podría desarrollarse su carrera, tal y como me ocurre con todos los jugadores a los que veo un esplendor físico fuera de lo común. Sergio Llull me ha demostrado que sabía lo que hacía y, hoy por hoy, lo sigue haciendo liderando una de las escuadras más poderosas de nuestro continente, con unas formas que contagian de energía a sus compañeros y aficionados para regocijo general y victorias de postín.

Fuente: nbadestiny.com
 Me gusta hablar de él hoy porqué perdió ayer y creo que debemos acordarnos de los buenos cuando pierden, porqué tanta cultura de la victoria es lo que nos ha llevado a tener un mundo tan desigual. Pero este blog quiere ser de baloncesto y me limitaré a comentar lo que encuentro de extraordinario en él, que no es más que su determinación por seguir dónde se siente querido, y tratar de crecer sin necesidad de emigrar a la luz que más brilla en estos días de excesiva información de todo lo que no importa de verdad.

Pocos jugadores con contratos en vigor con clubes no NBA habrán sido más tentados por la misma que Sergio, cuyos agentes, a buen seguro, habrán aprovechado para conseguirle un lucrativo contrato financiado por el fútbol europeo que está tan de subidón como la NBA. Sea como fuere, él decide seguir y consigue un aplauso unánime por demostrar a todos los que solo aprecian dicha liga, que aquí también tenemos un baloncesto poderoso en sus formas, con todo un futuro por construir; para el que, nos guste o no, resultan fundamentales figuras como la suya. Sin el dinero del fútbol el baloncesto europeo no llega y sin jugadores brillantes resilientes que resultan universalmente aclamados dicho desarrollo no se daría. Seamos del equipo que seamos, como seguidores del baloncesto europeo estamos moralmente obligados a aplaudir compromisos como el de nuestro protagonista de hoy, que además resulta ser un tipo muy agradable cada vez que se foguea por los platos de distintos programas de variedades.

Así que, si bien voy a desear a Shane Larkin que le saque los colores cada vez que se enfrenten en lo que resta de temporada, no podré evitar dejar de ser tan capullo como he sido en el pasado cuando una mera camiseta me llevaba a perder la perspectiva. Sospecho que lo mejor está por venir pero agradezco a Sergio que se apunte a protagonizar duelos como los que solo sabemos disputar aquí.

Love You all ;)



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