Era un hombre de otra era, aquella en la que un solo nombre no era suficiente para otorgar a un hijo al que seguro se deseaban las mejores vidas futuras, y buena la tuvo que tener él cuando dedicó 70 años a una carrera profesional plagada de reconocimiento a todos los niveles. Tanto que hoy, oír "Tex Winter" provoca en el aficionado al baloncesto una sensación de que algo bueno debe de haber detrás. Su despedida reciente se me antoja escusa perfecta para contraponer a la incipiente y destructiva moda actual entre seguidores de basket de enjuiciar constantemente actuaciones individuales de jugadores en detrimento del análisis del juego colectivo del conjunto, generalmente con acerbo cuando el resultado final es contrario al deseo del espectador.
Fuente: https://www.ntnews.com.au
No hay duda de que el marketing necesita de iconos para lograr sus objetivos de promoción de marca y que en el baloncesto siempre hay figuras que se proyectan con mayor facilidad para dicho fin, pero no confundamos el todo con la nada cuando analicemos un equipo. Más cuando ese conjunto es el que mayores simpatías despiertan en uno. Jordan, Pippen, Bryant, O´Neal y tantos otros jugadores de pedigrí no hubieran necesitado un asistente como él para brillar, pero desconocemos si hubieran logrado tantos títulos sin las concepciones de juego colectivo que inspiraban a sus escuadras campeonas. Claro que después viene la elección de los jugadores que mejor pueden desarrollar las ideas, pero sin ellas no hay un proyecto de crecimiento colectivo que culmine con algo tan complicado como ser el campeón de la teórica mejor competición del planeta.
Me podéis dar mil ejemplos de equipos que se os han quedado por los jugadores que los conformaban, pero incluso ellos saben que nada hubiera sido posible sin entender el conjunto como tal. Y es que, hoy en día, cada partido tiene una lectura variada que se ve influenciada, queramos o no, por nuestras filias y fobias presentes y pretéritas. Así, cuando empiezo a ver mi partido, cargo con la mochila de mis afirmaciones previas, que tanto nos gusta defender o vilipendiar a capa y espada cuando se trata de jugadores concretos que han protagonizado vivencias potentes en nosotros. Pero ahí olvidamos que este es un juego de equipo donde cada vez intervienen más individuos durante tiempos constantemente calibrados y ajustados a calendarios de máxima exigencia. Así, un equipo tendrá sus líderes dentro y fuera de la cancha, pero jamás debemos olvidar que es el rendimiento colectivo que con tanta repercusión trabajó nuestro protagonista de hoy lo que conduce al éxito.
Tratemos pues de disfrutar con nuestros héroes en cancha, pero sin perder la perspectiva general. Los errores siempre se van a producir y que un jugador u otro no brille jamás será causa principal en la derrota. Tex Winter lo sabía y por eso duró lo que duró en el negocio, desde el lado menos glamuroso. Seguro que J.R. Smith sabe de lo que hablo y a mi me encantaría que fuera feliz, porqué ello querría decir que estamos mejorando.
Esta semana que termina en los albores del verano nos ha traído la noticia del adiós como jugador de baloncesto de cobro de uno de esos baloncestistas distintos al resto cuyo maniobrar en la cancha tanto he admirado desde este lado de la pantalla. Se llama Boris Diaw y ha demostrado que desde la inteligencia y la absoluta indiferencia a la estadística se puede rendir al nivel necesario que permita ganar a los mejores. Su juego habla por él y hay cientos de partidos suyos que podéis encontrar por ahí para entender lo que escribo, pero no quiero centrarme en eso aquí, si no en el hecho casual de otro acontecimiento acaecido el mismo día en que Boris nos daba su noticia, cuando los Shenzhen Leopards de la Chinese Basketball Association se median en el polideportivo de la Casilla de Bilbao al equipo local de Bilbao Basket que esta temporada militará en liga LEB con victoria local por 86 á 69 puntos, maquillaje de marcador en los minutos de la basura incluido.
Fuente: http://www.basquetplus.com
Lo que me han aclarado definitivamente estos acontecimientos es que estaba equivocado en mis temores de merma competitiva en Europa en detrimento de la incipiente liga China y sus altas remuneraciones económicas a jugadores internacionales varios, porqué tengo más claro a que marchan allí algunos realmente, y estas razones en absoluto incluyen la mejora en la calidad del baloncestista. El ejemplo de Boris es perfecto porqué él ha participado en distintas competiciones europeas y en la NBA, siempre a un buen nivel, y cuando ha sentido que iba justo ha parado tras participar en la liga que le lanzó al estrellato competitivo, sin emigrar a un cementerio de elefantes convertido en liga de baloncesto de cobro. No descarto que en el futuro amplíen las plazas de jugadores extranjeros de la CBA, pero la distancia competitiva actual es mayor de la que yo suponía. Casos como los de Yao Ming no van a repetirse demasiado y aun las instalaciones deportivas no han crecido tanto como para convertir los enfrentamientos de nuestro deporte en acontecimientos de máxima envergadura, mientras las retransmisiones de la liga profesional americana son de una calidad lo suficientemente alta para mantener a muchos seguidores lejos de los pabellones y algo así no se puede cambiar de la noche a la mañana.
No discuto que jugar 40 partidos por más dinero del que te dan por jugar más de 80 puede ser sufientemente atractivo cuando vas justito y te apetece estirar el chicle, pero mientras haya jugadores que son contratados por franquicias NBA temporada tras temporada sin necesidad de exhaustivas pruebas previas tras ejercitarse en Europa, no hay peligro de que merme la calidad competitiva del baloncesto del viejo continente, porqué el deportista que busque su crecimiento competitivo siempre preferirá participar en una liga como la Euroliga al resto de campeonatos del planeta, al margen del estadounidense. Luis Scola sabe que jugando allí va a durar más pero tiene la suficiente calidad como para dar un rendimiento alto cuando sea requerido por la selección albiceleste y probablemente no podría hacerlo de estar compitiendo con un club de Euroliga, pero todos no son Luis y pocos quedan como él. Boris Diaw pasará al recuerdo de los aficionados y muchas de sus actuaciones serán recomendadas por mí a aquel que desee disfrutar de algo diferente.
El fin de semana pasado quedé en shock cuando supe el fatal desenlace de los acontecimientos padecidos por un jugador de baloncesto que, supongo, estaba en plena vorágine de una persecución de un sueño que un día fue y cuya culminación jamás vio más cerca. Tyler Honeycutt era uno más de esos "free agents" del mercado baloncestístico mundial que deben lidiar con agentes con el corazón de un cocodrilo y exigentes sesiones de entrenamientos privados de máxima dureza con aquellos que valorarán su futuro profesional más inmediato. Seguro que todo no es así, pero el camino que llevó a Lebron James á formar como agente de deportistas profesionales a un amigo tampoco se parece al que han vivido la inmensa mayoría; y para el Verano que viene se prepara la maximización del mercadeo deportivo-humano en nuestro baloncesto querido, con más de 200 jugadores que se encontrarán en la situación profesional en la que estaba Tyler durante este mes de Julio.
Fuente: https://www.slamonline.com
Esos chicos de la foto son un claro ejemplo de lo que comento. El que abre su gran bocaza tuvo una oferta de 70 millones de dólares hace un año y cometió una cadena de errores profesionales que le dejan en la obligación de aceptar un contrato de una temporada por el mínimo porqué un entrenador le dice que lo utilizará como sabe que va a rendir eficientemente. Se llama Nerlens Noel y es un jugador defensivo con demasiadas carencias ofensivas. De lo que haga durante un año dependerá si alguna vez en su vida vuelve a recibir una oferta del calibre de la que recibió.
El chico del centro de la foto se llama Jason Terry y es un veterano que ya solo aspira a ir decidiendo año a año porqué se sabe poseedor de la calidad ofensiva que siempre le hará interesante para determinados equipos con altas aspiraciones, aunque sea con contratos temporales que le permitan mantener la ilusión de seguir dándole caña al cuerpo para alcanzar el estado de forma que le hace ser competitivo en el deporte de cobro. Pero el que está a su izquierda mostrando su dentadura es un caso bastante similar al de Noel: Se llama Isiah Thomas, mide 1,75 metros de altura y hace dos temporadas maravilló al mundo gracias a un entrenador que sacó de él lo mejor que lleva dentro. Después se lesionó, fue traspasado al equipo de Lebron y de allí a los dorados Lakers de Los Ángeles, donde solo pudo mostrar flashes de lo ofrecido durante la temporada anterior con los Celtics de Boston. Ahora acaba de firmar por el mínimo y una temporada porqué otro entrenador al que conoce de etapas anteriores en la NBA le ha ofrecido lo mismo que otro ofreció a Nerlens, con lo que se sumará a la legión de aspirantes de gran contrato que habrá en 2019 con 31 años y la esperanza de firmar ese último gran contrato que se sueña a esas edades en la gran liga.
Les deseo suerte porqué la van a necesitar, con el talento no les va a servir y la locomotora no va a parar para que ellos suban placidamente. Because the show must go on.
Ver los partidos de máximo nivel que se pueden disfrutar hoy en día te conduce a una realidad tan distinta a la que podíamos percibir hace 20 años que hasta necesitamos ver parodias animadas Youtuberas tipo "Game of Zones" patrocinadas por McDonalds para hacer aquello que más necesitamos hoy en día: Reírnos.
Y no digo que no disfrute con Lebron o Melli, pero es que no me parece nada sano que 10 tipos encorbatados manejen a otros tantos sudorosos atletas, porqué ya no sé lo que deciden unos o los otros.
Fuente: https://bleacherreport.com
Cuando piso la cancha a mis 46 años siento la libertad de saberme dueño de mis actos y sé que ese grupo de cuarentones y cincuentones tendría cosas que enseñar sobre el juego a much@s jóvenes por el mero hecho de que a determinada edad te ves obligado a "pensar y hacer" para ser minimamente efectivo en el juego porqué tus facultades físicas han mermado y cada vez te duele más por dentro.
Mantengo que es increíble como se ha mejorado con l@s niñ@s en aspectos tan fundamentales en el deporte como la psicomotricidad y que actualmente la media de tecnicismo individual está muy por encima de como estaba en mi infancia, pero temo que otros intangibles fundamentales en el juego del baloncesto no se valoren en su justa medida cuando todos conocemos entrenadores que nos ayudaban a ganar por pura intuición y conocimiento de las sensaciones que se vivían en la cancha en día y hora de partido.
No seamos tan arrogantes como para quedarnos en la mera eficiencia deportiva y escuchemos a aquell@s divergentes que han conseguido llegar tan lejos con las botas puestas, porqué sin pasado no hay futuro y aun hay a quién mirar y del que aprender aunque cada vez ponga peor cara cuando aterriza de sus vuelos.
Espero y deseo que te encuentres estupendamente tras recuperarte del varapalo sufrido en tu vida profesional. Disculpa mi torpeza al dirigirme a ti en castellano, pero es que tengo demasiado que aprender y hoy mi dominio de tu idioma materno se me antoja excesivo, por lo que prefiero utilizar el que me resulta más cómodo para expresar todo lo que siento, reconociendo siempre la necesidad de utilizar determinados anglicismos tan manoseados en este deporte maravilloso que inventasteis y que en mi pueblo llamamos saskibaloia. Te escribo desde la humildad de un hombre que se sabe muy torpe a la edad de 46, con insuperables ganas de seguir aprendiendo día a día de la vida y de este nuestro deporte en el que te considero a nivel sideral, pese a lo que me atreveré a darte una visión distinta de tu equipo. Porqué a mi también me molan los Philadelphia 76ers. Por favor, no te enfades, pero leeló:
No comprendo lo que estáis haciendo a Ben Simmons cuando le decís que sea él mismo, para inmediatamente después sugerirle que cambié su técnica de tiro, cuando Yo en la serie contra los Celtics he visto a un chaval que fallaba un mate totalmente solo por querer hacerlo con su mano mala, por estar más pendiente de la posterior foto o secuencia cinematográfica. ¿Quería ganar? En mi pueblo no se gana así. Por no hablar de Fultz y su incomparecencia en la serie porqué mi coach ahora se dedica a mostrarnos vídeos "pre partido"de las trifulcas de los 80 en vez de tratar de jugar con la plantilla que tengo y que no sea Brad Stevens el que me condicione la mayoría de acciones de una serie jugada en la arena embarrada de la peor tradición de la conferencia Este: O habría que llamarlas reacciones?
Tampoco comprendo que juguéis con la dichosa campana de la libertad en los post partidos de la regular y os olvidéis de jugar a vuestro baloncesto en esta serie final. Porqué si mi jugador mejor pagado dice en plenos "play off" que en Diciembre daba por hecho que en esas fechas estaría de vacaciones, es que mi liderazgo no ha sido lo eficiente que debiera. Puede que tú supieras que seguiríais jugando en Mayo y no dudo de que tienes la mejor voluntad para seguir desarrollando tu equipo, pero no sé si puedes confiar en el GM Colangelo, porqué si hoy estáis donde estáis es más por Hinckie.
Iré terminado para no resultar tan cargante como los ajustes defensivos célticos, rogándote que leas a Andrés Monje y sus sujerencias para tus Sixers, ya que parece que si la cagáis este verano, olvidaros del "Process" de Joel y su maltrecho físico. Porqué él también ha sabido que la regular no se parece a la verdadera NBA en la que ganan los más fuertes y los más físicos. Y a buen seguro sus compañeros de equipo de la 18-19 serán otros bien distintos.
"God bless You Mr. Brown": I don't believe in Your god. Good luck.
Resulta poco menos que exótico para un fan de la Atlantic Division de la NBA como Yo encontrase con una clasificación global de la conferencia Este como la que tenemos ahora mismo, con tres de sus franquicias miembro a la cabeza de la misma. Más cuando la primera es la canadiense, que suplanta al poder clásico de los desaparecidos Knickerbockers, para dejar huérfanos de rivalidad a los grandes Celtics y mis Seventysixers de Philadelphia. De cuyo partido pretérito ante los Cavaliers de Cleveland me dispongo a escribir las reflexiones que siguen:
Fuente: http://www.pressofatlanticcity.com
He de comenzar advirtiendo que cualquier espectador que no se quite las gafas de árbitro europeo con las que ve los partidos de su equipo favorito a este lado del charco, jamás podrá disfrutar con el espectáculo que supone hoy por hoy la mayor liga del planeta de nuestro deporte favorito. Porqué reconozco que me irritan la inexistencia de los pasos de salida que influyen en las ventajas del atacante tanto como la inexistencia de falta de ataque sistemática de la mayoría de empujones con la que los atacantes se quitan de encima a los expuestos defensores que son penalizados, cuando más, con el típico moratón con el que muchos de mis amigos de los jueves se marchan a casa, porqué sabemos sobradamente que el baloncesto es un deporte de contacto, y resulta mucho más vistoso de este modo.
No hay duda de que las reglas de la NBA se van a terminar por imponer a las del baloncesto FIBA por pura lógica mercantil. Resulta infinitamente más atractivo para el espectador televisivo este juego sobrehumano con las licencias que el arbitraje USA permite en y por el desarrollo de la acción, cuando la liga compite por ganar el negocio a la batería de compañías que producen el producto de consumo habitual en la mayoría de los hogares del mundo consumista actual: Las series de TV y el dichoso fútbol en el resto del planeta.
Y lo mejor de todo es que el conocimiento de estos hechos no han podido evitar que lo flipe con la victoria de los Sixers de Simmons de ayer contra los Cavs del todopoderoso King James. Más cuando el maestro Brown, discípulo aventajado del irrepetible Popovich, ha conseguido lograrlo sin su teórico jugador franquicia, en la figura de Joel Embiid. Pero es que, con las facultades atléticas obtenidas en el tiempo presente gracias a la ciencia y sus usos y costumbres; además de rodear de tiradores como Redick, Bellinelli, Covingtong o Ilyasova al mago Ben Simmons, para ampliar el campo hasta dónde las lineas te permiten, es demostrar que pocos te aventajan en el entendimiento de las claves de la victoria en la liga. Más, cuando la recuperación del gigante camerunés apuntaría a cubrir el agujero defensivo que se produce con los aclarados ofensivos que se dan con la regla de la defensa ilegal cuando enfrente tienes a la culminación del jugador que más y mejor se puede beneficiar del mismo: Lebron James. Tal y como demostró ayer en el intento de remontada iniciada tras la comilona general que se da en los pabellones NBA tras tiempo de descanso y hora de cena larga, que tanto se nota en la presión ejercida por la grada, cuando esta se ve sustituida por sonidos de sorbos y jantar. Y es que en eso también se van a terminar por imponer por lo que me viene pareciendo en mis visitas a pabellones locales. Porqué como visitante hay que saber aprovechar tus momentos, ya que todo suma...o resta.
Para un friki basketbolero como el que escribe resulta gratificante despertarse con la noticia de la eliminación de todo un número uno nacional como la universidad de Virginia en su primer cruce del torneo final masculino de la NCAA, aunque sea a cargo de un absoluto desconocido para él como los UMBC Retrivers: Pero es que el perrito de su logo resulta tan adorable...
Y es que este mes de marzo que nos trae la primavera en el hemisferio norte no podría estar mejor elegido para contener esa locura que rompa tanta inercia perfeccionista sistemática. Algo así como lo que nos explicaba mi admirado Jota Cuspidera en su vídeo-charla explicativa de las vivencias que está experimentando en su viaje a Tejas y la organización que más está influyendo al baloncesto de cobro en los últimos tiempos: Los San Antonio Spurs. Jota agradece a su colega Ettore Messina la invitación de la única forma que sabe: Viviendo la experiencia y transmitiéndola: Muchas cosas sí que cambian a mejor.
Fuente: www.lacapitalmdp.com
Uno debe quitarse el máximo de temores de encima para ser feliz. El baloncesto es ideal para ello tal y como experimento cada jueves cuando me junto con otros viejos rockeros con ganas de jugar. Siempre he pensado que muchas de las críticas que hacemos a l@s jugador@s desde la grada se nos caerían de la boca si pisáramos más la cancha y sintiéramos en nuestra propia carne las situaciones de juego reales o, al menos, una parte de las mismas. Y es precisamente en la transmisión de estas vivencias y realidades dónde estriba, a mi entender, la dificultad real del trabajo del coach: En el fondo y la forma de hacerlo en medio de unas circunstancias que nunca serán las que el coach visionó.
Asomaros al torneo final como os apetezca, pero no olvidéis que l@s verdader@s héroes y heroínas los tenemos generalmente mucho más cerca de nuestra puerta. Ser capaz de hacer funcionar a un equipo sin medios no tiene precio y es mucho más real. No somos nada si no distinguimos entre realidad y ficción. Escuchar a Jota ayuda tanto como no perder el tacto de la pelota gorda naranja y ahora hay unos balones que ni soñábamos. Jamás dejaré de divertirme cuando el imposible se dé en el baloncesto de cobro y sus aledaños, pero sin olvidarme del camino que conduce al parquet. Ojalá lo consigamos.
Resulta curioso que justo en vísperas de que se cierre la posibilidad de hacer intercambios de jugadores en la NBA, Forbes publique las nuevas valoraciones de franquicias NBA y su incesante aumento de valoración en los últimos tiempos NY sigue siendo el centro del mundo NBA, como si con ello nos advirtiera de lo transcendente que resultarán los intercambios de hoy. No tanto en el devenir inmediato de la competición, como en la reevaluación positiva constante de sus Holdings propietarios, de los que se diferencia perfectamente Dimitris Giannakopoulos, demostrando que todo se puede empeorar desde la sin razón humana.
Fuente: http://www.mundodeportivo.com
El problema es que, como propietario de una de las dos potencias deportivas griegas, parece más interesado en crear hostilidades con un club turco como Fenerbahce que en ayudar a la grandeza real de su club. Sabe lo que vende y lo desarrolla sin ningún tipo de escrúpulos. Puro mundo del siglo XXI. Pero yo no creo que tenga la culpa. Creo que la culpa solo puede estar en una niñez especial y un desarrollo inicial como persona llamada al éxito sin escusas. Mira que en Grecia hay gente maravillosa y seguro que entre los seguidores de Panathinaikos la hay a mansalva. Pero, más les vale dejarse de pasiones turcas y preocuparse de elegir líderes sanos porqué para exaltaciones varias nos sobramos cualquiera.
La sonrisa de medio lado la lucirán l@s que planean vender una franquicia NBA en los próximos tiempos. Nada indica que el ciclo alcista vaya a menguar porqué el amigo Silver mejora a su antecesor Stern y, si para la foto merece dejar claras sus antipatías hacia el presidente Trump, de cara a Forbes no decaerá la imagen de mundo feliz que la liga proyecta por todo el planeta. Yo planeo cambiar el negro por el blanco en el plazo medio, con lo que me temo que no tendré otro remedio que subirme al tren de Chupiguay de la NBA. Nunca olvido que la temporada empieza con los playoff y hay que ir actualizando la oxidada sesera porqué no hay primavera feliz sin los sueños de nuestra juventud.
A buen seguro que más de un fan de Pana hará lo que yo y le alavaré el gusto. Todo sea por reeditar un Celtics-Sixers de mi psique, porqué si hasta un ministro australiano se queja de que la liga no valora a los suyos con el rasero que merecen, será que es MUY importante.
Hay que reconocerse. Es muy difícil. Yo ahora sé que soy fan de Jason Kidd. Reconozco la información recibida a lo largo de los años de este "Quarterback" basketbolero y no puedo hacer otra cosa que dar las gracias a Giannis Antetokounmpo por reafirmar a su "Coach" como una persona que ha tenido una influencia positiva en su carrera. Y con todo lo que se ha contado de nuestro protagonista de hoy, la cosa, como mínimo, tiene guasa.
Vale que no puedo entender los últimos Nets de Nueva Jersey sin él, por lo distinto que era el baloncesto cuando permitía a líderes como este mandar sobre el desarrollo del juego, para enfrentarlo en el negocio a otro tan distinto como Steve Nash. ¿Es una vida? Pero, ese halo de chico malo lo hace más atractivo para lo sociedad estadounidense y para mí. Sé como se juega a esto tanto como tú y voy a hacer que llegues tarde porqué yo lo valgo.
Juzgamos desde la subjetividad y la gran estrella emergente de la liga ha hablado. Como para recuperar cortes de prensa del pasado...Seguid creyendo lo que os cuentan los medios oficiales e idolatrando después a figuras de cuyas vidas no sabéis más de lo que os han querido contar. ¿Quién es Jason Kidd?
Fuente: https://clutchpoints.com
Es lo que atrae de la sociedad estadounidense, donde se admiran los "redemtion Teams". Tenemos derecho a renacer cuantas veces queramos y nos lo quieren robar. Para el baloncesto es indiscutible que es una mente pribilegiada. Como jugador fue el principio de muchos proyectos y, me atrevería a decir, la culminación de alguno. Nada mejor para elegir "Coach" NBA: "Me vas decir a mi"...Jason está ahora en el lugar que le corresponde y va a demostrar que ha nacido para esto.Hasta que llega el propietario impaciente :)
El negocio no debería comerse a los genios. Supervivientes diría yo. Pero en la liga pesa más Anteto que "el coach" y la prensa se hace eco de aquello que vende. Jason: Sigue siendo "coach" porqué tienes muchos fans de tu obra. "The passing game" se iniciaba con jugadores como tú, que revolucionaste el juego en sí. Vale que Nash lo culminaba pero creo que hasta él no hubiera sido él si no hubiera pasado antes Jason por Phoenix, porqué Vancouver era demasiado canadiense y para la lluvia ya estaba Seattle.
Cuando sigues especialmente a un equipo
concreto de la NBA como yo hago con Philadelphia 76ers durante muchos
años, eres consciente de parte de lo que puede suponer pertenecer a
un equipo de la élite de tu deporte favorito y, gracias a ello, jamás
te extrañas de las novedades que van llegando en este hoy mundo
global del consumo interesado. Así, esta semana leía en
declaraciones atribuidas a un anónimo “Genelal Managar” de la
liga un apelativo que me resulta atractivo en el idioma de
Shackespeare como “bizarre” para calificar la situación de
nuestro protagonista de hoy y hacía donde me transporta el mismo.
Fuente: www.si.com
Resulta que este chico de 19 años es
el último de los pura sangres seleccionados por la maquinaria del
negocio baloncestístico que recala en los sixers como selección
top del draft NBA en los últimos años y sufre una lesión antes de
debutar en su nuevo equipo que, en su caso, se produce en el hombro
de su brazo tirador bueno, con lo que una de las características
principales de su juego, que se suponían más interesantes para
completar el puzzle de "coach Brown", como era su efectividad en el
tiro de larga distancia se ve notablemente afectado, para terminar
recurriendo a una cirugía que repare la lesión y devuelva la
versión de Markelle que le permitió inmortalizarse como número 1
del Draft NBA 2017.
Ahí andan estos días que si hoy tira
mejor y mañana peor, que si su juego no es solo tiro lejano porqué
el chico sabe hacer muchas más cosas y todo ese chascarrillo que más
vende, cuando lo que más claro me queda es que Fultz tiene la
urgencia que todo jugador de cobro quisiera tener para recuperarse
adecuadamente de sus achaques, en forma de 5 años garantizados de
contrato con medias brutas de cobro anuales cercanas a los 10
millones de dólares anuales. Porqué resulta fundamente este aspecto
en el desarrollo de las carreras de estos atletas que en la mayoría
de los casos no disponen del tiempo o medios adecuados que les
permitan disfrutar de una recuperación completa y satisfactoria de
la misma, y terminan de aquella manera.
Esta es una de las claves del
entendimiento entre la patronal que forman clubes o equipos y
asociaciones de jugadores varias. La seguridad de atenciones médicas
adecuadas por parte de los primeros ayudará en la atracción de
principales figuras entre los segundos, con su consiguiente
beneficio; pero aquella franquicia NBA que mejor distribuya su masa
salarial entre los contratos firmados para cuando se inicien los
play-offs tendrá mucho ganado en sus aspiraciones al título
inminente o cercano. Por lo que la fórmula de equipo con núcleo
joven y salarios seguros, más hambrientos veteranos en último año
de contrato, me convence desde el otro lado y dudo mucho que podamos
cambiar este estado de las cosas.
Markelle está seguro porque los sixers
no tienen urgencias, como lo estoy de que disfrutaremos de su juego. El resto? Cada un@ sabrá.
Tiempo hacía que uno no escribía aquí y viendo como se sentía últimamente ha sabido que este era un lugar mucho más natural para él, porqué si tod@s l@s aficionad@s sabemos de la importancia del rebote en el juego del baloncesto, comprendemos mejor que lo preferimos al rebote experimentado en propias carnes de forma permanente. Por lo que, si os pasa como a mi, reconoced cuanto antes que la realidad no es lo vuestro, y mejor vivid la vida en sueño, que Calderón de la Barca algo sabía.
A dicho estrato fui transportado el pasado Viernes mientras disfrutaba uno de los clásicos Baskonia - Olympiacos de mi interior. Ha sido una alegría poder sentir más cerca que nunca a una de las mentes más privilegiadas del baloncesto que sigo y entiendo en la figura de Pedro Martínez, al que recomendaría leyerais para entender siempre algo mejor el transcurrir de un partido de baloncesto desde la perspectiva más humana. Porqué si queremos análisis concienzudos de los desarrollos técnicos de los mismos ya tenemos infinidad de fuentes de las que beber; pero, como Pedro decía tras el choque de este Viernes: Vivir la recuperación de lecturas de estados anímicos de rivales de élite favorables a los intereses de sus jugadores; que de paso, propicien la consumación de los instintos competitivos de los mismos, es la causa principal de optimismo para este aficinado baskonista que escribe.
Fuente: www.sportyou.es
Nunca sabes lo que durará la trayectoria de un entrenador de cobro en un club de Euroliga, más cuando lees o escuchas a personas como el GM de Khimki ruso interpretar la trayectoria de la temporada de su equipo como podéis hacer aquí: Pavel Astakhov. Pero me encantaría que durara tanto como Pedro quisiera por ser una de esas personas con una experiencia que redondea un conocimiento, a la que jamás vi gesto que me enervara o hiriera.
Nos dirigimos hacía la fase de la temporada en la que todo culmina y no viene mal hacerlo con compañeros de viaje como este, no dejemos de viajar y hagamoslo en la medida de nuestras posibilidades. No esta mal el baloncesto para hacerlo, pero si preferís degustar caviar negro en tierras rusas, os entenderé de igual modo. Abrochensé el cinturón y agarrensé a sus asientos porqué esta montaña rusa va a partir.
