domingo, 9 de septiembre de 2018

Boris Diaw y la CBA

Esta semana que termina en los albores del verano nos ha traído la noticia del adiós como jugador de baloncesto de cobro de uno de esos baloncestistas distintos al resto cuyo maniobrar en la cancha tanto he admirado desde este lado de la pantalla. Se llama Boris Diaw y ha demostrado que desde la inteligencia y la absoluta indiferencia a la estadística se puede rendir al nivel necesario que permita ganar a los mejores. Su juego habla por él y hay cientos de partidos suyos que podéis encontrar por ahí para entender lo que escribo, pero no quiero centrarme en eso aquí, si no en el hecho casual de otro acontecimiento acaecido el mismo día en que Boris nos daba su noticia, cuando los Shenzhen Leopards de la Chinese Basketball Association se median en el polideportivo de la Casilla de Bilbao al equipo local de Bilbao Basket que esta temporada militará en liga LEB con victoria local por 86 á 69 puntos, maquillaje de marcador en los minutos de la basura incluido.

Fuente: http://www.basquetplus.com

Lo que me han aclarado definitivamente estos acontecimientos es que estaba equivocado en mis temores de merma competitiva en Europa en detrimento de la incipiente liga China y sus altas remuneraciones económicas a jugadores internacionales varios, porqué tengo más claro a que marchan allí algunos realmente, y estas razones en absoluto incluyen la mejora en la calidad del baloncestista. El ejemplo de Boris es perfecto porqué él ha participado en distintas competiciones europeas y en la NBA, siempre a un buen nivel, y cuando ha sentido que iba justo ha parado tras participar en la liga que le lanzó al estrellato competitivo, sin emigrar a un cementerio de elefantes convertido en liga de baloncesto de cobro. No descarto que en el futuro amplíen las plazas de jugadores extranjeros de la CBA, pero la distancia competitiva actual es mayor de la que yo suponía. Casos como los de Yao Ming no van a repetirse demasiado y aun las instalaciones deportivas no han crecido tanto como para convertir los enfrentamientos de nuestro deporte en acontecimientos de máxima envergadura, mientras las retransmisiones de la liga profesional americana son de una calidad lo suficientemente alta para mantener a muchos seguidores lejos de los pabellones y algo así no se puede cambiar de la noche a la mañana.

No discuto que jugar 40 partidos por más dinero del que te dan por jugar más de 80 puede ser sufientemente atractivo cuando vas justito y te apetece estirar el chicle, pero mientras haya jugadores que son contratados por franquicias NBA temporada tras temporada sin necesidad de exhaustivas pruebas previas tras ejercitarse en Europa, no hay peligro de que merme la calidad competitiva del baloncesto del viejo continente, porqué el deportista que busque su crecimiento competitivo siempre preferirá participar en una liga como la Euroliga al resto de campeonatos del planeta, al margen del estadounidense. Luis Scola sabe que jugando allí va a durar más pero tiene la suficiente calidad como para dar un rendimiento alto cuando sea requerido por la selección albiceleste y probablemente no podría hacerlo de estar compitiendo con un club de Euroliga, pero todos no son Luis y pocos quedan como él. Boris Diaw pasará al recuerdo de los aficionados y muchas de sus actuaciones serán recomendadas por mí a aquel que desee disfrutar de algo diferente.

Love You All ;)))



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