No podía dejar pasar la oportunidad de
hablar aquí de uno de los tipos que más me ha emocionado cuando
contaba historias del deporte en modo documental y nos descubría
realidades que ni imaginábamos. Hay quién le consideraba un hombre
del fútbol, pero él se empeñó una y otra vez en demostrarnos que
lo era del DEPORTE. Por eso merece, un huequecito en el olimpo de los
dioses. Al menos en el mío. Hablo de Michael Robinson que esta
semana nos ha dejado sin su presencia cercana física, pero que a
buen seguro jamás morirá. No mientras yo lo recuerde.
Fuente: marca.com |
En el baloncesto fueron varios los
episodios brindados por él y su equipo; y de ese legado, el que más
recuerdo es el que, no siendo narrado por Michael, dedicaban a mi
jugador favorito de todos los tiempos: Julius Erwing “the doctor
J”, o el jugador de baloncesto que más sobrenombres conoció desde
el inicio de la humanidad. Toda generación bebe de los ídolos
conocidos en sus años de crecimiento y hasta el propio Michael
Jordan reconoció que J era a quién el quería imitar desde su
infancia. No pudo ser casual que la liga ABA solo sobreviviera
gracias a él y que al ser vendido a una franquicia NBA, pereciera
por inanición. América lo idolatraba y él solo rozaba el anillo,
para estrellarse una y otra vez en las finales contra equipos mejor
pertrechados. Pero llegó Moses a los sixers de la 82/83 y juntos
formaron con la dirección del coach Cunningham el equipo con record
más perfecto de la historia, para terminar vapuleando en las finales
a los Lakers de Magic y Kareem, con un 4-0 cargado de sentimentalismo
para la ciudad de Philadelphia. El, a sus 33, ya no era el mismo,
pero todavía aguantó tres temporadas más para mentar a un tal
Charles Barckley, que reconoce aun hoy, que el doctor cambió su
vida.
Hay semanas mejores y las hay peores.
Para mi esta será la semana de Michel Robinson, fallecido con cáncer
a la edad de 61 años, bien vividos. Dando ejemplo allí por donde
circulaba. Y que nos dejen circular a partir de mañana es la causa
de que publique hoy. Porqué, si es verdad que se puede hacer deporte
de 6 á 10 al aire libre, el Sábado seguro que no puedo escribir
aquí, aunque me sentiré, a buen seguro, feliz.
No dejéis para mañana lo que podáis
hacer hoy, truan@s. Piratas y princesas.
Love You all ;)))
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