sábado, 20 de junio de 2020

Txus

Odio hablar de l@s árbitr@s pero adoro fijarme en l@s entrenador@s, y durante este curioso final de liga ACB 2019/2020 se está viendo la importancia de la interacción entre amb@s en el transcurso de un partido de baloncesto. Valga como ejemplo el coach europeo más laureado en los últimos tiempos. De hecho me da que desde Ferrándiz no había otro que coleccionara tanto título doméstico y continental. En el fondo tod@s intentan imitarle pero es inigualable. Se llama Zejko y se apellida Obradovic, y gana títulos desde el banquillo, manejando todo lo que tiene a su alcance. Un jodido crack de l@s que cada vez quedan menos.

Fuente: elpais.com
En las tres jornadas que llevamos del torneo final ACB, que se está jugando entre físico y muy físico, y el que no lo hace chupa banquillo sin mascarilla, se están viendo cosas curiosas. Me explico: Cuando se juega así es fundamental la lectura arbitral del encuentro, como el gran Joseba Sanchez ha defendido toda su vida: l@s árbitr@s deberían seguir un mismo criterio arbitral durante todo el partido que permitiese a los banquillos leerlo en los tres primeros minutos de partido y, a partir de ahí, indicar niveles de intensidad recomendables para la victoria de sus pupil@s. Pero, por desgracia, eso solo está ocurriendo en los partidos con clara diferencia en el marcador, juego y físico. Así, ayer a las 21:30 vivimos un triste episodio en la historia de la ACB.

Vale. Es jodidamente complicado. Lo sé. Por eso no soy entrenador. Soy jugador y cuando veo que un entrenador top de la FEB pierde los papeles como los perdió uno que intentó y consiguió influir en el cambio de criterio arbitral de tres chavales que deberían dejar el silbato a otr@s si fueran buenas personas, me jode.

Porqué si atacas al colectivo arbitral te cargas un deporte. Que le pregunten al balonmano en España. En el fútbol todo vale, pero si somos tan guap@s en el baloncesto nos deberíamos de cortar más cuando nos ponen un micro de Moviestar delante de los morros. No eres Zeljko, Txus. Ya sé que eres de Bilbao, pero se te olvidó recordar la canción: Txus no tengas miedo, no pierdas la cabeza, no pierdas la cabeza, Txus...

Love You all ;)))


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