sábado, 18 de abril de 2020

Travis Hansen

Hoy escribo de un jugador que me marcó sin darme cuenta. Porqué así era él cuando jugaba. Un “rol player” que hacía mejor al equipo, mucho mejor...casi nada. Tras formarse en universidades de su Utah natal, terminando su formación universitaria en la prestigiosa “Brigham Young”; da el salto a la NBA de la mano de unos Atlanta Hawks que lo eligen en segunda ronda de draft de 2003. Y parecía que podía hacer camino por allí, pero en su temporada como jugador de cobro decide venir a nuestro Baskonia, para arrancar ganando la supercopa ACB junto a un elenco de jugadores que han desarrollado carreras fructíferas en las altas esferas del baloncesto. Otra temporada más con nosotr@s y otra de esas copas del rey ACB para el zurrón. Después marchó para Rusia: Dínamo de Moskow, Real Madrid y Khimki; creo. Ciudadanía rusa y una súplica de este que escribe desde su casa: Jamás dejes de enseñar baloncesto, Travis. Tú eres baloncesto.
Fuente: wikipedia.org
   Yo hablaba por la radio por aquellos tiempos los viernes por la noche desde un pequeño pueblo del Goiherri, con un maestro del periodismo de calidad y arropados ambos por la creme de la creme del baloncesto vitoriano, la NBA seguida desde España al margen de la cadena televisiva de pago que la distribuía por aquel entonces, y hasta lo más florido del foro de acb.com, salvo maravillosas excepciones como Tkachenko al que he conocido en twitter recientemente, gracias a un libro que ha escrito para acercarnos el baloncesto ruso y del resto de las ex repúblicas soviéticas socialistas. No os perdáis ese libro si lo veis por ahí. Pero volvamos a Travis, leñe, que me desvío y pierdo el hilo: una constante en la vida de uno.

Como ese jugador llegaba de la NBA y esa era la sección que me tocaba en el programa de nombre “basketaldia”, tod@s nos preguntábamos por el encaje de un jugador americano que nos parecía distinto al resto de los que habíamos tenido en Baskonia hasta esa fecha. Los NBA afirmábamos que era adecuado seguro, pero los expertos de ligas europeas tenían muchas dudas; hasta que lo vieron en cancha jugando junto al resto de compañeros. Y solo l@s más radicales baskonistas dudaron de él. Un nuevo concepto de baloncesto se estaba desarrollando en la Europa basketbolera: Un jugador americano puede llegar y puede ayudarnos en todo aquello que apenas nos habían ayudado hasta ahora. Fijaros solo en el caché de los equipos que lo fichan. El Baskonia de aquella época era élite, como lo es hoy. Dínamo de Moskow, es lo más clásico que hay en el deporte de esa ciudad (espero la corrección de el de el libro). El Real Madrid es la hostia. Y el Khimki es el dólar ruso.

Ahora parece que nuestro protagonista de hoy a vuelto a los USA y está enseñando nuestro deporte perfeccionado por allí. No me extrañaría que terminara como “Head coach” de dónde él decida.

Love You all ;))) 


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