lunes, 24 de febrero de 2020

Cinco partidos más

Esto de jugar partidos oficiales treinta años después es una de las mejores maneras que he probado para ir madurando con estilo. Encuentros de señores y alguna señora basketboler@s que, a buen seguro, no se parecerían de disputarse en distintas circunstancias. Ya no todos tienen la fortuna de encontrarse en un estado sanitario que te permita dar brincos, parar, esprintar, volver a parar y tratar de torear sin que te toreen, cuando todo chichi a tu alrededor se siente como el mismísimo Curro Romero. Yo ayer le emulé y me marché sin mi tributo, pero tube la fortuna de encontrar gente interesantísima que me animaron a visitar el carnaval de Sao Paulo. Ojalá pueda hacerlo un año de estos. Por lo demás, el partido, como un tiro; o como un avión. Cada uno que elija por su cuenta.

Fuente: turismo.navarra.com
Si no coneceis Iruña-Pamplona ya estais tardando. No solo por la belleza del lugar, si no; y sobretodo, por la gente que allí habita. La ciudad merece tantas visitas como podais hacer y si, como yo, teneis ocasión de jugar al baloncesto de paso...mejor para vosotr@s. Porqué eso y nada más, ni menos es lo que pretendo defender desde este sitio tan particular de la red de redes: Libertad para l@s jugador@s de baloncesto en un mundo cada vez más robotizado, en el que si intentas pensar diferente, eres tratado de castigar. Jamás os dejeis castigar y sed vovotr@s mism@s, cuando sepáis quienes sois. Y eso, jamás querrá decir que no vais a cambiar...afortunadamente.

Cierto es que no había conocido un Febrero como este en mi pueblo, con temperaturas y situaciones climáticas propias de no antes de Abril. Supongo que eso mismo nos altera a tod@s en cierto modo, con lo que he de reconocer que disfruté más con mi subida montañera del Sábado que con mi partido del Domingo. A parte de lo descacharrado que se siente uno 19 horas después de bajar de un monte conquistado con desnivel de más de 700 metros, y una distancia de ida y vuelta que, supongo, supera la decena de kilómetros. Sales a la cancha y los primeros intentos de saltito no son precisamente de lo más placentero. Pero, después empiezas a sudar y parece que el cuerpo responde. Lo malo de nuestro deporte son todas las paradas que te llevan a una banqueta que no está pensada, precisamente, para personas que rondan la cincuentena cuando no la superan con claridad y debes de entrar de nuevo en frio a cancha, sin hacerte daño, ni hacerselo a los demás. De todo se aprende y, en adelante, emularé a los Bird, Garnett o Nash veteranos que se sentaban o tumbaban sobre el parquet para mitigar las penurias de sus achacosos cuerpos. Uno no espera acercarseles en el resto pero, si se les puede copiar en eso...¡Que diantres!

Nada, que ya hemos entrado en dinámica de victorias y ahora habrá que intentar que siga la racha. En quince días jugamos con los campeones de la pasada edición. Ya sabemos que tienen uno muy bueno y que andan un poco escasos de efectivos interiores. A ver cuantos de nosotros llegamos sanos a ese días. Nos cuidaremos para ello :)

Love You all ;)


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